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Iglesias defiende desde el atril de la Moncloa «la desmilitarización del la Guardia Civil»

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Pelayo Barro

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, apuesta decididamente por desmilitarizar la Guardia Civil. Así la ha admitido durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, aunque ha precisado que hablaba como «líder de Podemos». Unas declaraciones que apuntalan los planes de la formación morada para reestructurar el Cuerpo y terminar fusionándolo con la Policía Nacional, como viene proponiendo desde hace años.

Iglesias, que ha comparecido ante la prensa en calidad de vicepresidente segundo, ha advertido que como «líder de Podemos», vería «muy bien» la desmilitarización de la Guardia Civil. Ha querido dejar clara la distinción de cargos precisado que como vicepresidente segundo del Gobierno debe ser «prudente» y «no hacer comentarios», porque no le «corresponde».

A Iglesias se le ha preguntado por si tiene «confianza plena» en el compromiso democrático de la Policía Nacional y la Guardia Civil, en referencia a la polémica destitución del coronel Pérez de los Cobos por la «pérdida de confianza» que ha alegado el Ministerio del Interior. El presidente del Gobierno incluso fue más allá y recuperó la pasada semana las acusaciones hacia la supuesta «policía patriótica», línea en la que insistió este pasado domingo durante su comparecencia desde Moncloa en la que apuntó a la «confidencialidad de los informes» que elabora la Guardia Civil.

Sánchez insinuaba así que la destitución de De los Cobos se produjo por la filtración de ese informe, encargado por la juez del Juzgado de Instrucción Nº 51 de Madrid, en el que se investiga un delito de prevaricación por parte del Gobierno a la hora de permitir las marchas del 8-M. Un informe que De los Cobos se negó a compartir con sus superiores políticos. En la causa está citado como investigado el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, que comparecerá este miércoles ante la juez Carmen Rodríguez-Medel.

Apuesta por la desmilitarización

«Si respondiera como líder de mi partido, diría que el hecho de que la Guardia Civil pueda reunirse, manifestarse, sindicarse, como reivindican las asociaciones profesionales, me parecería muy bien», ha respondido Iglesias este martes.

El vicepresidente también ha hecho mención al compromiso democrático de los agentes de Policía y de Guardia Civil, asegurando que «no hay ninguna institución en nuestro país, en el marco de la democracia, que pueda permitirse ningún tipo de compromiso que no sea democrático».

Además, ha expresado su «plena confianza» en el trabajo del Ministerio del Interior y «en todos los integrantes de las fuerzas de seguridad, que trabajan para proteger y servir desde los valores propios de la democracia». «Si en algún caso se produjera una situación que fuera objeto de un ilícito civil o penal, para eso está la ley; el propio peso de la ley caerá sobre quien lo incumpla, independientemente de quien sea, como en cualquier democracia», ha concluido el vicepresidente.

Reestructurar la Guardia Civil

El trasfondo de las declaraciones de Iglesias hay que buscarlo en las declaraciones que su grupo parlamentario ha venido realizando en el Congreso de los Diputados en los últimos años. Podemos insiste en realizar un profundo cambio en la estructura y concepción de base de la Guardia Civil.

El objetivo último de estas reformas, como ha admitido abiertamente Podemos, es eliminar la naturaleza militar del Instituto Armado para convertirlo de pleno en un cuerpo policial civil. Ese sería el primer paso hacia la integración de la Guardia Civil con el Cuerpo Nacional de Policía (CNP), fusionándolo en una nueva policía estatal. Un plan que, a todas luces y de forma mayoritaria, rechazan en la Guardia Civil como han anunciado muchas de sus asociaciones profesionales. Consideran que eliminando el carácter militar de la Guardia Civil, el Cuerpo estaría bajo un mayor control político.

Al tanto de la purga

El vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, ha estado en las últimas semanas directamente involucrado en la crisis interna que se ha desatado en la cúpula de la Guardia Civil por las injerencias del Ministerio del Interior en la investigación judicial sobre el 8-M, encargada al cuerpo policial y que apunta a la responsabilidad del Gobierno.

El líder de Podemos ha alentado los planes del ministro Fernando Grande-Marlaska para proceder a una purga en la cadena de mano, que hasta el momento se ha llevado por delante a dos tenientes generales (los dos más altos en el escalafón) y un coronel. Iglesias ha sido partícipe de todos estos movimientos a través del hombre que ha colocado como ‘fontanero‘ en Interior: el ex diputado morado Juan Antonio Delgado, guardia civil en excedencia y ahora alto asesor de Marlaska, nombrado ‘a dedo’ en pleno estado de alarma.

El papel de Delgado, el ‘peón’ de Iglesias en Interior, ha sido destacado en toda esta crisis tal y como relatan estas fuentes. Durante estos días ha participado en reuniones clave del Ministerio en las que se han decidido los detalles de la ejecución de ese «plan de renovación» de la cúpula de la Guardia Civil, que en el Cuerpo definen abiertamente como purga. A través de su ‘fontanero’, Iglesias trasladó a Interior su forma de ver la crisis desatada tras la destitución del coronel Pérez de los Cobos: en síntesis, «cualquier general que no esté con nosotros, está contra nosotros».

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