España
Crisis del coronavirus

El Gobierno del caos: Illa no descartaba el confinamiento con un riesgo 50 veces menor al de ahora

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Con la pandemia desbocada, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, rechaza ahora de manera tajante el confinamiento domiciliario. Una palabra ‘maldita’ en Moncloa, por su indudable coste político. Más aún, con Illa como candidato a la Generalitat.

Meses atrás, en cambio, y ante los primeros brotes surgidos tras la desescalada, el ministro no se mostraba tan rotundo, y sí contemplaba esa posibilidad. Aunque lejana, Illa afirmaba en los meses de junio y julio que la opción de volver a confinar, con mayor o menor alcance, no se podría descartar si se daban casos de transmisión comunitaria descontrolada. Por entonces, la incidencia acumulada en España era apenas de 10 casos por cada 100.000 habitantes.

Este viernes, Sanidad notificaba 40.197 nuevos contagios de coronavirus en un solo día. Una cifra récord desde el inicio de la pandemia en nuestro país. La incidencia media actual de infecciones -indicador del riesgo de contagio- también se encuentra en máximos históricos, con 575,10 casos por cada 100.000 habitantes. Y va en aumento.

Illa admite que la situación es «muy preocupante», pero descarta tomar la medida más severa de todas, el confinamiento domiciliario. Una medida con un indudable impacto económico, que el Gobierno no tuvo reparos en imponer meses atrás, cuando decretó el primer estado de alarma.

Ahora, Sanidad tiene ya encima de la mesa la petición formal de cuatro comunidades autónomas -Andalucía, Castilla y León, Murcia y Asturias- que solicitan poder llevar a cabo confinamientos a la vista de su situación epidemiológica. Pero esta propuesta necesita del aval del Gobierno.

«No lo contemplamos»

«No contemplamos en este momento un confinamiento domiciliario», ha descartado Salvador Illa este sábado. En rueda de prensa desde Barcelona, el ministro se ha limitado a ofrecer un debate sobre la modificación de los toques de queda -«se estudiará», ha dicho- que también plantean algunas regiones. Castilla y León, sin ir más lejos, lo empezará a aplicar ya mismo, a partir de las 8 de la tarde, aún sin disponer de autorización del Gobierno.

Todas las autonomías, a excepción de Canarias, están en situación de riesgo extremo. Y un tercio de las camas de UCI se encuentran ya ocupadas por pacientes de Covid. «Vamos a ejercer este liderazgo compartido con las autonomías; vamos a seguir hablando con las autonomías en el seno del Consejo Interterritorial de Salud y si hay que articular nuevas medidas lo vamos a valorar y plantear siempre con las máximas garantías jurídicas. Pero no contemplamos confinamiento domiciliario. Doblegamos la segunda ola sin confinamiento domiciliario», ha insistido el ministro, centrado además en su papel como candidato para las próximas elecciones en Cataluña.

En julio, y ante los brotes que por entonces preocupaban en Cataluña o Galicia, Illa no descartaba de manera tan rotunda volver a confinar. «En este momento no tengo datos que hagan previsible que eso se deba hacer, pero no lo podemos descartar si se vuelve a dar una transmisión comunitaria sostenida que afecte a más de una comunidad autónoma y que no haya otra forma de controlarla que decretando un confinamiento como el que hemos visto, total o parcial», señalaba en una entrevista radiofónica.

Aunque el ministro dejaba claro que no nos encontrábamos aún ese escenario, la propuesta, admitía, estaba encima de la mesa.

En junio, en una entrevista en TV3, Illa resaltaba que el estado de alarma había «funcionado» y  «beneficiado a todo el mundo» y aunque no contemplaba aún un escenario de confinamiento como el vivido en los momentos críticos de la primera ola, no cerraba la puerta a hacerlo por zonas o colectivos sociales. «Dependerá del rebrote», aseguró, admitiendo que era una «posibilidad».

Su propio plan

De hecho, el llamado ‘Plan de respuesta temprana en un escenario de control de la pandemia por Covid-19’, publicado por el Gobierno el pasado 16 de julio sí recoge textualmente «acciones simultáneas de confinamiento en todo el territorio estatal o en territorios específicos», además de «actuaciones relacionadas con el control de la movilidad y el transporte», en el caso de una «transmisión comunitaria no controlada».

Ya en octubre, el Gobierno publicó otro documento -‘Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de Covid-19’- en el que detallaba lo que denomina «cogobernanza» con las comunidades autónomas para hacer frente al virus.

En el plan se indica que «la implantación de estas medidas para reducir la propagación de la enfermedad debe llevar implícita una valoración del impacto de las mismas sobre la salud y el bienestar de la población, la sociedad y la economía» y se advierte: «Hay que tener en cuenta que las medidas de confinamiento individual estricto por un largo periodo de tiempo, aunque han demostrado un alto impacto en la reducción de la transmisión del virus y en la reducción de las muertes por Covid-19, han tenido grandes efectos sobre el bienestar físico y emocional de las personas debido al aislamiento social, además de los problemas derivados del impacto en la economía». «En cambio, periodos de cierre más reducidos o parciales, han demostrado también su utilidad en la reducción de la transmisión del virus, con un impacto mucho menor en el bienestar de las personas, tanto adultas como en edad infantil», sostiene.

Críticas

«Inhibición e incompetencia ante la tercera ola y la campaña de vacunación. Ni una sola medida del Gobierno cuando la pandemia se descontrola, el Ministro sigue de espectador. Decepcionante Salvador Illa, un ministro a tiempo parcial guiado por el rédito electoral. Dimisión ya!», ha escrito este sábado la portavoz parlamentaria del Partido Popular, Cuca Gamarra.

Su líder, Pablo Casado, ha recordado: «Llevo meses exigiendo a Sánchez legislación para pandemias y un plan B a la alarma. Él y su candidato y ministro a tiempo parcial son responsables de la nefasta gestión en la 1ª y 2ª ola y la inacción en la 3ª. Tras 83.000 fallecidos y 2 millones de contagiados Illa debe dimitir».