España
IVA de los alimentos

El Gobierno alega la «pérdida de recaudación» para no bajar el IVA a la cesta de la compra durante meses

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Gobierno planea aprobar este martes un nuevo decretazo anticrisis ante el evidente fracaso de su política económica para aliviar la situación de las familias españolas. Entre las principales propuestas está la rebaja del IVA de los alimentos, una iniciativa que el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, lleva meses reclamando a Pedro Sánchez. Se trataría de bajar del 10% al 4% la fiscalidad de alimentos y bebidas que se compran habitualmente, como la carne, el pescado, los aceites, la pasta, los yogures, el agua embotellada, el café o las conservas, entre otros. Ésta es una de las opciones que ha cobrado más fuerza en las últimas horas, pese a que el Gobierno siempre la había rechazado, aun con la inflación en récord. De hecho, hace apenas unos días, el propio Ejecutivo alegó en el Congreso de los Diputados que los tipos reducidos de IVA suponen una «pérdida de recaudación», en respuesta a su posición sobre esta medida. 

«No abarata el precio»

Así se recoge en una respuesta por escrito enviada al Congreso, a la que ha tenido acceso OKDIARIO. Ante la pregunta de Vox sobre esta posibilidad, el Gobierno responde incluso que «en muchas ocasiones la rebaja de tipos del IVA no se traslada al precio final de los bienes y servicios, ni supone un abaratamiento de su precio para el consumidor final». Además, defiende que «los alimentos ya tributan al 10%, salvo aquellos a los que se les aplica el 4%», como el pan, las harinas, la leche o las frutas y verduras.

En la respuesta, firmada el pasado 5 de diciembre, el Gobierno esgrime para justificar su negativa que España «figura tradicionalmente» en los informes comparativos de la Comisión Europea, la OCDE, el Fondo Monetario Internacional y, a nivel interno, la AIReF, mención también recogida en el Libro blanco sobre la reforma tributaria -encargado por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para diseñar su plan fiscal- «entre los Estados miembros que presenta un mayor VAT Policy gap (pérdida de recaudación del Impuesto derivada de la aplicación de tipos reducidos y exenciones)». Hacienda ya vetó durante la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado una enmienda del Partido Popular en la que se insistía en esa rebaja del IVA a alimentos básicos porque implicaría una «pérdida de ingresos».

El Ejecutivo se ha negado con insistencia a bajar impuestos, pese a la difícil situación que atraviesan las familias españolas, aunque finalmente, sí ha ido aprobando algunas propuestas del Partido Popular, como el IVA del gas y la electricidad.

La bajada del IVA de los alimentos genera enfrentamientos entre PSOE y Podemos. La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, rechazó hace unos días la propuesta alegando que sólo serviría para «ensanchar» los beneficios de las grandes distribuidoras y no ayudaría a las familias con la cesta de la compra.

Desde Podemos son más partidarios de un cheque-comida, que oscilaría entre los 200 y 300 euros, y de castigar fiscalmente a los supermercados. Díaz propuso el pasado septiembre un control de precios a los alimentos pero, tras intentar alcanzar un acuerdo con las empresas de distribución, las patronales lo rechazaron de plano. Hace unos días, la ministra intensificó el ataque a estos establecimientos, proponiendo que las superficies que no ofrezcan cestas de la compra a precios reducidos no puedan repartir dividendos.

El precio de los alimentos lleva meses disparado. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la subida ha sido del 15,3% con respecto al año pasado. El mayor incremento de precios se registra en el azúcar, con un aumento del 50%, o la leche, con un 31%. Los huevos, el aceite, las legumbres o la pasta también registran subidas interanuales superiores al 20%.