España

La Fiscalía no tomará declaración al Rey emérito por sus regularizaciones con Hacienda

La Fiscalía General de Estado ha decidido que no es necesario tomarle declaración al Rey emérito Juan Carlos I tras sus regularizaciones con Hacienda. La decisión la ha tomado el teniente fiscal del Supremo Juan Carlos Campos porque, a su juicio, el monarca no podría aportar ninguna información de importancia a la investigación abierta por el Ministerio Público.

Así, el emérito, que está aforado, por lo que su declaración debería de ser voluntaria mientras no le impute un delito el Tribunal Supremo, no tendrá que vérselas con los fiscales para explicar las dos regularizaciones que ha hecho por un montante superior a los cinco millones de euros, tal y como ha avanzado La Razón.

Juan Carlos I tiene cuatro causas diferentes abiertas en la Fiscalía, entre ellas los pagos de viajes de avión a través de la Fundación Zagatka, que dirige su primo Álvaro de Orleans, tal y como publicó en exclusiva OKDIARIO. Unos viajes por los que el emérito ha tenido que pagar al Fisco 4,4 millones de euros. Un dinero que le han prestado varios amigos empresarios.

Precisamente, desde esa nueva cuenta suiza de la Fundación Zagatka también se realizaron pagos relacionados con los viajes privados de Juan Carlos I en avión privado. Al monarca, las tarjetas de un millón de euros para poder volar hasta 100 horas en aviones privados de lujo de la compañía británica Air Partner sólo le duraban dos meses. Las facturas para financiar tan frenético ritmo viajero se pagaban desde el banco Lombard Odier y, con anterioridad, en el Credit Suisse. Ambas cuentas estaban gestionadas por  Álvaro de Orleans, Dante Canonica y Arturo Fasana.

OKDIARIO desveló los documentos por los  el emérito ha tenido que pagar cinco millones al Fisco. En diciembre de 2019 este periódico contó en exclusiva que Juan Carlos I se desplazó a Bahrein para presenciar el Gran Premio de Fórmula 1 en un jet privado. El modelo era un Bombardier Challenger 605 del 2006 con capacidad para diez personas y que permite en su bodegas una carga de entre 12 y 15 maletas. La tripulación estaba formada por un piloto, su copiloto y una azafata.

Tarjetas

Otra de las causas que tiene abiertas es Juan Carlos I, es la referida al uso de tarjetas de crédito con las que abonó gastos por más de 1,2 millones de euros entre 2016 y 2018, cuando ya no era inviolable ante la Ley, pues había abdicado. Unos fondos que, presuntamente, eran de un empresario mejicano amigo suyo, Allen Sanginés-Krause. De esas tarjetas también disfrutaron las hijas del monarca, así como varios de sus nietos, hijos de Cristina y Elena. Esta pieza fue la primera que obligó a Juan Carlos I ha realizar una regularización con Hacienda por más de 600.000 euros.

La tercera de las causas a las que se enfrenta el monarca es de la que menos información ha trascendido, y cuya investigación comenzó con una información procedente del Servicio de Prevención del Blanqueo (Sepblac). Según esa información, Juan Carlos I podría tener hasta diez millones de euros en Jersey.

Por último, se encuentra el dinero que habría cobrado tras recibir un ‘regalo’ del rey de Arabia Saudí, Abdalá bin Abdulaziz. De ese dinero, y como publicó en exclusiva OKDIARIO, Juan Carlos I donó en 2012 a su entonces pareja sentimental Corinna Sayn Wittgenstein y a su hijo Alexander 65 millones de euros.