El Eurofighter se estrelló por un fallo humano y el F-18 por una pérdida de potencia
Los informes preliminares sobre los accidentes de los dos aviones militares españoles que se han estrellado en los últimos días han dado resultados distintos. En el primero de los casos, el Eurofighter que cayó el mismo 12-O tras acudir al desfile de las Fuerzas Armadas, las primeras versiones apuntan a un factor humano producido por un posible desvanecimiento. En principio no se ha observado fallo del aparato y la forma de realizar la maniobra de acercamiento a la pista de aterrizaje por parte del avión apunta a una pérdida de consciencia como opción más probable.
Se trataba de un aparato prácticamente nuevo. Con sólo 50 horas de vuelo. Y de un modelo, el Eurofighter que está demostrando, no sólo una resistencia excepcional y una mecánica fiable, sino que, además, el propio ratio de accidentes está claramente por debajo del de otros aparatos similares.
En este accidente falleció el capitán Borja Aybar García, de 34 años. El Eurofighter que pilotaba se estrelló cuando se disponía a aterrizar en la base aérea de Los Llanos (Albacete), de regreso de la parada militar celebrada en Madrid. El accidente se produjo “en la maniobra de aproximación para aterrizar”. Testigos presenciales explicaron que los cuatro aviones llegaron a las inmediaciones de la base en formación, en vuelo de baja altura, y que se abrieron en abanico cuando uno de los aparatos se precipitó súbitamente contra el suelo. El piloto no logró eyectarse.
El segundo de los accidentes sucedió cinco días después. Se trataba de un F-18 con unas 3.000 horas de vuelo (su techo óptimo son 6.000 horas) y se estrelló mientras realizaba la maniobra de despegue en la base aérea de Torrejón de Ardoz. La causa: una pérdida de potencia en el aparato, según fuentes del Ministerio de Defensa. En este segundo accidente falleció el teniente Fernando Pérez Serrano, de 26 años, cruz al mérito aeronáutico y número uno de su promoción. El teniente del Ejército del Aire detectó el fallo pese a lo cual no logró eyectarse a tiempo del avión.
Las dos causas, por lo tanto, resultan diferentes y sin ligazón alguna. Fuentes oficiales han rechazado rotundamente cualquiera de las versiones que han sonado últimamente en determinados foros apuntando a una posible conexión en la caída de los dos cazas españoles.