Fuerzas Armadas

El Ejército ensaya con sus cazas una zona de exclusión aérea en España como la que reclama Zelenski

F-18
Un F-18 del Ejército del Aire.
Pelayo Barro

«Cierren el cielo de Ucrania». Esa es la petición que reclama de forma insistente el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a la OTAN. Crear una zona restringida de vuelos para evitar las operaciones y bombardeos de la fuerza aérea rusa. Y eso es, precisamente, lo que está ensayando el Ejército del Aire español esta semana sobre la Península: una misión de Policía Aérea, ejecutada por cazas F-18, para interceptar cualquier aeronave que acceda a espacio aéreo español.

Los cielos de Galicia han sido los elegidos por el Mando Operativo Aeroespacial (MOA) para realizar las maniobras ‘Eagle Eye’ (Ojo de Águila). Hasta allí se han desplazado cazabombarederos F-18 del Ala 15 (con sede en la base aérea de Zaragoza).

Esta operación de defensa aérea nacional es, en la práctica, un ejercicio de no fly zone. La figura que exige Ucrania para sus cielos y que la OTAN le ha trasmitido que no es realizable: supondría actuar ante cualquier caza ruso que entre en espacio aéreo ucraniano, incluso derribándolo. Y eso llevaría irremediablemente a la Alianza a un conflicto directo con Rusia.

El ejercicio, que se alargará durante toda esta semana, se dirige desde el Grupo Central de Mando y Control situado en la base aérea de Torrejón de Ardoz. Desde allí se vigila todo el espacio aéreo conforme a las señales captadas por los grandes radares que los Escuadrones de Vigilancia Aérea (EVA) tiene situados por todo el territorio nacional.

En caso de que esos radares detecten una traza procedente de una aeronave, los cazas en misión de Policía Aérea deberán despegar lo antes posible en una misión scramble para disuadir, interceptar y, llegado el caso, derribar a la presunta amenaza.

Al igual que ocurriría en una zona de exclusión aérea, el Ejército español también ha involucrado a sus Unidades de Defensa Antiaérea (UDAA) Hércules, del Mando de Artillería Antiaérea, incluido al Grupo de Artillería Antiaérea GAAA I/74. Esta unidad tiene a su disposición baterías de misiles antiaéreos Patriot y Hawk.

El enfoque de la defensa aérea nacional también involucra a unidades de la Armada. Entre ellas, la fragata ‘Almirante Juan de Borbón’, que cuenta con el sistema de combate AEGIS, el mismo que utilizan las fragatas estadounidenses del Escudo Antimisiles con base en Rota.

Ucrania

Esa no fly zone que reclama Zelenski y que la OTAN le deniega, en la práctica, no evitaría las muertes de civiles. Tan sólo se aplicaría sobre los sobrevuelos de aeronaves rusas. Es decir, ningún helicóptero de ataque, cazabombardero o dron podría realizar operaciones sobre suelo ucraniano. Sin embargo, las bombas y proyectiles que caen sobre las ciudades asediadas de Ucrania, como KievJarkovCherníguiv o Mariúpol, no provienen mayoritariamente de medios aéreos, sino de terrestres.

La enorme destrucción que está registrando estos días Ucrania es, en buena parte, producto del fuego de artillería de campaña y los obuses autopropulsados que las tropas terrestres de Vladímir Putin aplican desde kilómetros de distancia contra barrios residenciales.

En esta estrategia juegan un papel fundamental los llamados MLRS, los sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes. Esos camiones y blindados que disparan decenas de cohetes en segundos, como los 9A52-4 Tornado, BM-21 Grad o el TOS-1.

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