Crisis migratoria

El delegado del Gobierno en Canarias blindó su sede y abandonó a los 227 inmigrantes sin control

inmigrantes Canarias
Delegación del Gobierno en Canarias, blindada por la Policía.
Carlos Cuesta

Un total de 227 inmigrantes ilegales sin control dando vueltas por el muelle de Arguineguín; enviados más tarde en autobuses por la alcaldesa de Mogán a las puertas de la Delegación del Gobierno de Las Palmas como denuncia por la falta de acción del Gobierno frente a la invasión de pateras que sufren las Islas Canarias; 227 que fueron abandonados allí ante la perplejidad de la población; y con un delegado del Gobierno, Anselmo Pestana, que dio orden de blindar su sede para evitar su entrada en las instalaciones públicas, sin que se tomase más decisión sobre qué hacer con un colectivo que daba vueltas alrededor de unas garrafas de agua dejadas en el suelo.

Así empieza una historia que suma capítulos de esperpento como espejo perfecto de la política de inmigración que practica el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Una política que ha permitido que la llegada de pateras a Canarias se haya disparado más de un 1.000% en lo que va de año.

El martes despertaba en Arguineguín con la decisión de las autoridades nacionales, y en primera persona del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de dejar en la calle y sin sitio donde pernoctar a 227 inmigrantes ilegales de origen magrebí que estaban encerrados en el campamento improvisado en el muelle de Arguineguín, en la isla de Gran Canaria.

El deambular de los 227 por la calle no tardó en disparar las críticas de la población de Mogán. Y de su alcaldesa, Onalia Bueno. La regidora intentó impedir la decisión de las autoridades de dejar sin control a los inmigrantes llegados en pateras a Canarias.

Pero la alcaldesa recibió una respuesta: habían transcurrido 72 horas desde la llegada y los 227 debían ser liberados por no cumplirse las condiciones para no mantenerlos retenidos en el campamento. Los inmigrantes quedaron, de este modo, sin control y sin saber qué hacer junto al muelle. Sin comida y sin conocimiento de la ciudad. Y en nada empezaron a deambular.

La alcaldesa decidió entonces fletar los autobuses y llevar a los 227 inmigrantes ante la Delegación del Gobierno en Las Palmas. Hacia las 17:30 comenzaba la salida de los autobuses. Y mientras llegaban a su destino, los inmigrantes ilegales quedaban sin saber qué hacer frente a la Delegación del Gobierno

La reacción del delegado del Gobierno fue instantánea: blindar con furgonetas de la Policía Nacional su sede por si los inmigrantes decidían intentar entrar. Y, por supuesto, no aportar solución alguna al problema generado con los 227 inmigrantes sin control.

Al final, tuvo que ser la Cruz Roja la que se encargara de reagrupar y realojar a los inmigrantes para buscarles cobijo donde pernoctar. Eso sí, cerca de cien inmigrantes tuvieron tiempo de tomar nota del descontrol. Y optaron por desaparecer. Cuando fueron a ser trasladados por esta organización el número rondaba los 130, lejos ya de los 227 iniciales, tal y como denuncia Sergio Ramos, senador del PP por Gran Canaria, que ha denunciado los hechos a OKDIARIO.

«Ha tenido que ser la Cruz Roja quien se haga cargo de estas personas, sin saber cuántas de ellas han escapado por las calles de Las Palmas de Gran Canaria y el ministro tendrá que dar explicaciones a través de la pregunta que acabo de registrar en el Senado», explica el senador.

Ramos denuncia que «lo único que hizo ayer la Delegación del Gobierno fue blindar su sede para que no entraran» los inmigrantes. «Esto es una grave irresponsabilidad, los vecinos de Canarias no se merecen todo esto y exigimos desde el PP la dimisión inmediata del ministro Marlaska o que Sánchez lo cese de inmediato, porque no está a la altura de la grave crisis humanitaria que se está viviendo», asegura.

«Este señor es un mentiroso compulsivo y hasta aquí hemos llegado. En Canarias no damos abasto y se está haciendo dejación de funciones, nos están tomando el pelo», añade.

El ministro del Interior, por su parte, ha asegurado que no va a dimitir. «No, no voy a dimitir», ha respondido en la sesión de control al Gobierno en el Congreso al ser preguntado por la diputada del PP Ana Belén Vázquez si pensaba dimitir «por su incompetencia» para gestionar la crisis provocada por la llegada masiva de inmigrantes a Canarias.

Grande-Marlaska ha subrayado que su departamento está investigando «lo ocurrido» en Arguineguín y ha avanzado que se tomarán las «medidas necesarias» y que «si se observa que ha habido descoordinación», no tendrá «inconveniente en reconocerlo».

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