Los Mossos metían a los ‘Jordis’ en sus reuniones y les daban información sensible de la Guardia Civil

Jordis recurso Supremo
Jordi Cuixart (Òmnium) y Jordi Sànchez (ANC), a las puertas de la Audiencia Nacional antes de entrar en prisión. (Foto: EFE)
Carlos Cuesta

Los Mossos colaron a los Jordis en reuniones policiales y les filtraron información sensible de la Guardia Civil. Les colaron en reuniones, incluso, con la propia Guardia Civil presente. El argumento usado por los Mossos era que se trataba de coordinar los pasillos de seguridad o la contención de los concentrados en las manifestaciones porque, según la versión que daban mandos de los Mossos, ambos iban a colaborar para evitar que se convirtiesen en actos violentos. El resultado fue el contrario: la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural convirtieron los actos como el registro del Departamento de Economía en enfrentamientos violentos en los que, además, gracias a las filtraciones de “información sensible” que les realizaron los Mossos pudieron conocer todas las previsiones de actuación y número de efectivos con los que contarían los agentes nacionales.

Se trata de una de las últimas informaciones que ha trasladado a la Guardia Civil al Tribunal Supremo. Una información recogida en un informe al que ha tenido acceso OKDIARIO y en el que se relata el desarrollo de reuniones “sensibles” que se mantuvieron por parte de los Mossos y de la Guardia Civil en los primeros días de la fase final del golpe separatista.

“Cabe dar relevancia a la importancia que tuvieron los representantes de la Asamblea Nacional Catalana, señores Jordi Sánchez y Xavier Vidal, y de Òmnium Cultural, señor Jordi Cuixart, quienes desde primeras horas de la mañana del día 20 de septiembre capitalizaron y dirigieron la concentración de protesta, siendo sus indicaciones secundadas en todo momento por los concentrados”, destaca el informe de la Guardia Civil. Los agentes nacionales subrayan en ese mismo informe un hecho desconocido hasta el momento y que explica la tremenda capacidad de anticipación de los violentos concentrados por ANC y por Òmnium: y es que los dos Jordis y Xavier Vidal “fueron invitados a participar en todas las reuniones que los mandos de los Mossos mantuvieron con los de la Guardia Civil, recabando su opinión sobre cuestiones operativas (pasillo de seguridad, contención de los concentrados) y aceptando sus sugerencias, permitiéndoseles que pusieran en marcha decisiones operativas”.

La Guardia Civil aceptó esta supuesta coordinación por un principio de buena fe y de colaboración y porque los Mossos avalaban el comportamiento de los representantes de ANC y Òmnium.

Ahora, al redactar el informe la Guardia Civil no duda en reconocer que “lo adecuado hubiese sido que los componentes del Área de Mediación de los Mossos hubieran mantenido entrevistas separadas con estas personas y luego hubiesen trasladado sus apreciaciones a los mandos del dispositivo”.
La Guardia Civil indica un nombre en concreto como responsable de lo ocurrido: “Además en varias ocasiones, concretamente la intendenta señora Laplana, les trasladó información sensible (llegada de detenidos, fin de los registros, salida de la letrada de administración de justicia)”, algo que, evidentemente daba una capacidad de actuación extra a quienes provocaban los tumultos violentos.

La información aporta aún más datos sobre el comportamiento de los Mossos durante el golpe. Y en especial durante aquella tarde noche del 20 de septiembre en la que se registró el Departamento de Economía de la Generalitat donde se encontró buena parte del material probatorio contra los golpistas.

Los documentos que los Mossos pretendían destruir en la incineradora de Sant Adrià de Besòs (Barcelona) el día 26 de octubre también incluían pruebas evidentes de que el entonces mayor, Josep Lluís Trapero, orquestó un equipo de mandos de la policía autonómica para controlar a los guardias civiles sitiados en el registro del Departamento de Economía ocurrido el 20 de septiembre y dejarles sin ayuda, pese a la exigencia legal -tal y como adelantó en su momento OKDIARO-.

“En el vehículo Ford Transit matrícula 0491-BSV, y dentro de las cajas nº1 y nº27, se han intervenido 4 borradores de minutas”, señalan los documentos que consiguieron salvar los policías que impidieron la destrucción de los documentos de los Mossos. Las minutas corresponden a cada uno de los cuatro agentes de la policía regional que estaban encargados de controlar los movimientos de los guardias civiles y de informar a su cúpula, eso sí, sin ayudar a los agentes de la Benemérita que, en esos momentos, se encontraban sitiados por violentos que destrozaron sus tres coches y llegaron a robar los fusiles Cetme.

Y, casualmente, el nombre que aparece en esos informe en primer lugar es el del mismo mando de los Mossos que daba “información sensible” a los Mossos: Teresa Laplana. “El primer borrador es de la intendente Teresa Laplana, en el cual hay numerosas correcciones de horarios y personas, así como subrayados a bolígrafo”, señala la documentación. De esta manera mantenían control de todo lo que ocurría y generaban información para que los violentos actuasen sin problema y para que la misma Guardia Civil a la que no ayudaron quedase sin capacidad de respuesta.

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