Policía de Barcelona: «Colau necesita otro atentado para ver que no podemos parar la yihad sin armas»

Gerona
Agentes de la Guardia Urbana.
Borja Jiménez

La Guardia Urbana de Barcelona pide más herramientas policiales y una mejor formación y organización a Ada Colau, que se niega rotundamente a dar a su policía local armas largas para poder combatir y hacer frente a la amenaza yihadista que, según fuentes del propio cuerpo, «sigue muy viva en Barcelona». El hartazgo del cuerpo ha ido a más si cabe con la cantidad de información que medios de comunicación como OKDIARIO están desvelando sobre subvenciones de Cataluña a empresas armamentísticas o el comercio del sector en la región. Para Colau, según la Guardia Urbana,  que sus cuerpos de seguridad lleven armas largas alarma a la población, pero comerciar con éstas con países como Emiratos Árabes o Arabia Saudí, no.

Eugenio Zambrano, policía de la Guardia Urbana y secretario de organización de CSI-F en la región, ha anunciado en OKDIARIO que la próxima semana se celebrarán una serie de reuniones con grupos de la oposición, tanto a nivel de Ayuntamiento de Barcelona como del Parlamento de Cataluña. «Queremos analizar la situación y ver si podemos conseguir un modelo policial ideal para Barcelona», señala Zambrano en OKDIARIO.

Según el portavoz policial, quieren que todos los políticos «sepan de primera mano la mala situación que atraviesan los cuerpos de seguridad de Cataluña». En Valencia ya se han eliminado las patrullas unipersonales -algo que la Guardia Urbana de Barcelona lleva tiempo reclamando-, y en Baleares ya se ha reglamentado para que las Policías Locales lleven arma larga. «Tienen dinero para lo que quieren, la situación es lamentable. Hay dinero para subvencionar empresas armamentísticas, pero no para darnos armas a nosotros».

La amenaza no se ha ido

«Es muy probable que se vuelva a golpear otra vez Cataluña, y concretamente Barcelona. Y lo más peligroso es que tememos que pueda actuar un lobo solitario que se dedique a hacer la yihad por su cuenta», explica Zambrano, que insiste en la fragilidad del cuerpo en Barcelona, donde «tenemos incluso comisarías sin cristales. Ya no digo cristales blindados, es que no hay cristales».

«Lamentablemente, hemos tenido que sufrir un atentado para poner al descubierto todas las fragilidades que había. ¿Qué ha hecho Colau estos dos años en las reuniones de seguridad local? Ha tenido que pasar el atentado para que la señora alcaldesa se de cuenta de que hay problemas. Sin embargo, a día de hoy sigue sin querer tomárselo en serio», continúa el portavoz de CSIF, que cree que «Ada Colau ha sido la que ha hecho que se pierda la seguridad jurídica y el principio de autoridad en nuestras intervenciones. De ella depende que la Guardia Urbana vuelva a confiar en ella y que lo hagan los propios ciudadanos. Algo que no se ha dado ni se va a dar porque no ha dado ni una muestra de que ella quiera realmente paliar ese modelo policial para poder hacer frente a estos retos».

«En ella (Colau) convergen una serie de ideas que no le permiten dotarnos de medios para hacer frente a la amenaza terrorista. A lo mejor tenemos que tener otro atentado para que esta señora se de cuenta de que la Policía Local de Barcelona fuimos la primera policía que garantizó el día del atentado el perímetro de seguridad, fue la policía local la que persiguió a los terroristas con pistolas de 16 tiros, frente a fusiles de asalto. Somos conscientes de que un Kalashnikov dispara 500 balas por minuto, y de que tenemos que hacerle frente con una pistola de 16 tiros, y otro cartucho con otros 16», concluye Zambrano.

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