El bipartidismo resurge de sus cenizas


Los resultados del 26J dejan claro un nuevo status en la política española: el bipartidismo no sólo no está muerto sino que resurge con fuerza. La insistencia por parte de los emergentes Ciudadanos y Podemos de acabar con el bipartidismo no se ha visto reflejada en las urnas.
Hace seis meses, el 20D dibujó un nuevo panorama político español. PP y PSOE seguían siendo las fuerzas dominadoras pero obligatoriamente debían pasar por los pactos con los nuevos partidos para poder conformar una mayoría de gobierno. Y parecía que el 26J se iba a acentuar. Nada más lejos de la realidad.
El bipartidismo no sólo no ha muerto sino que ahora parece resurgir de sus cenizas. Las fuerzas emergentes serán necesarias pero los votantes han preferido volver a dar más peso específico a los clásicos PP y PSOE frente a las nuevas formaciones. No hubo ‘sorpasso’ y, aunque Pedro Sánchez ha empeorado todavía más los 90 escaños logrados el 20D, el partido de la rosa capitaliza el voto de la izquierda en España. El temor a la ‘pasokización’ de un partido con más de 100 años de historia puso de los nervios a los barones socialistas que han cuestionado en todo momento el liderazgo y el camino marcado por Pedro Sánchez.
Por su parte, el Partido Popular ha recuperado buena parte de la fuga de los votantes que provocó una importante vía de agua en diciembre de 2015 y ha logrado movilizar a los más inapetentes acercándose a los 8 millones de votos. Ciudadanos no ha logrado sumar el voto conservador más moderado y su posición política parece haber llegado a su techo. El PP necesitará de nuevo a C’s para poder presentarse a una investidura con éxito, pero al tener más peso específico el mapa de los pactos da cierto respiro a los de Génova con respecto a su posición el pasado 20D.