Begoña Gómez, imputada por corrupción y tráfico de influencias, pide «más transparencia» a las ONG
La mujer de Sánchez no hizo ninguna mención a su imputación en el caso que investiga el juez Peinado
La imputada Begoña Gómez reapareció este martes en el acto de apertura del máster sobre dirección de captación de fondos que codirige en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en el CaixaForum para exigir «más transparencia» a las ONG. No deja de ser llamativo que Goméz, investigada por un presunto caso de corrupción y tráfico de influencias, dé lecciones de transparencia al Tercer Sector poco después de la UCM admitiera que le canceló el otro máster porque «dañaba su imagen».
Gómez, que infló sus méritos académicos para codirigir los másters en la UCM, ha pedido a las ONG «más transparencia» para atraer a los jóvenes, que quieren ser protagonistas de la transformación social «con una contribución que pasa del donativo a la acción». Así lo ha afirmado la mujer de Sánchez en plena ofensiva procesal -apoyada por la Fiscalía- contra el juez Peinado y a la espera de lo que determinen los magistrados de la Sección 23 de la Audiencia Provincial de Madrid sobre si archivan o no su caso.
Un momento incómodo fue cuando a la esposa del presidente la traicionaron los nervios: «Ay, perdonad…», balbuceó por unos instantes hasta que pudo reconducir el hilo de su ponencia. La mujer de Sánchez no hizo ninguna mención a su imputación en el caso que investiga el juez Peinado.
Quieren «ver que esos desafíos pueden tener respuesta, quieren ver que puede haber una solución y no quieren ser espectadores pasivos, quieren involucrarse de una forma directa», ha apostillado Gómez en su discurso. «Reconozcamos que los jóvenes quieren ser protagonistas de esta transformación, pero con una contribución que pasa del donativo a la acción. Es decir, hoy buscan algo más que hacer una donación económica, buscan comprometerse con una comunidad, con un colectivo», ha indicado.
A su juicio, la Generación Z -la que está «entre los 15 y los 24 años»- prefiere «una colaboración más directa, conectar con otros que tienen el mismo propósito, ese propósito que les lleva a buscar soluciones a esos desafíos sobre los cuales quieren actuar». Gómez ha apostado por establecer más conversaciones con los jóvenes, ya que son el «futuro más inmediato».
«Según algunos datos, parece ser que estamos un poco desconectados entre la Generación Z y las organizaciones del tercer sector», ha sostenido, para recomendar que se desarrollen estrategias digitales «más robustas», por ejemplo en las redes sociales.
Ha mencionado que el 55% de los jóvenes de esa generación quieren o buscan en algún momento de su vida trabajar o colaborar con alguna organización sin ánimo de lucro.
«Esto nos tiene que llevar a pensar que realmente los jóvenes no están desconectados, que realmente quieren colaborar, que se identifican con los diferentes desafíos. Creo que pueden encontrar en el tercer sector ese vehículo para poder hacerlo, para poder comprometerse y ser parte de la solución», ha expuesto.