España

Los ‘anticapis’ en guerra contra Iglesias: «Sin líderes humildes no hay revolución»

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El sector más radical de Podemos, los ‘Anticapistalistas’, han estallado contra la dirección podemita en su Universidad de Verano, una cita-celebrada en la localidad de La Granja (Segovia)- en la que durante una semana han reflexionado sobre los retos de la formación y en la que se han escuchado fuertes críticas a Pablo Iglesias y su forma de dirigir el partido.

Raúl Camargo, quien es además secretario político de Podemos en la Comunidad de Madrid, advirtió de que «sin un partido con dirigentes humildes, organizados y decididos, ninguna revolución es posible».

Camargo criticó abiertamente muchas de las últimas decisiones de Iglesias, como el acuerdo de Gobierno en Castilla-La Mancha, que los ‘anticapis’ consideran una traición a lo aprobado en Vistalegre II.

Los reproches de este destacado dirigente ‘anticapi’ fueron áridos contra Iglesias, acusando al secretario general de estar convirtiendo a Podemos en un partido «subalterno y muleta» del PSOE.

La corriente llegó a hacer una activa campaña por el ‘no’ en la consulta a la militancia sobre este acuerdo, que siguen rechazando abiertamente. Más aún, en sus documentos niegan cualquier entendimiento con los socialistas, un rechazo con el que quieren significarse como la corriente más a la izquierda de Podemos.

Precisamente, esa nueva política de alianzas con los socialistas propició en los últimos meses un sonoro distanciamiento entre la dirección y su sector más extremista, del que Iglesias se sirvió para reforzar sus opciones en algunas primarias, como la Comunidad de Madrid.

Las diferencias estratégicas y programáticas entre Podemos y sus ‘socios’ resultan evidentes, pese a que Iglesias tratase de contentarles dándoles más poder en la organización, como fue el caso de Miguel Urbán, nombrado secretario para Europa en la nueva Ejecutiva. La convivencia, cada vez más complicada, pone en duda la supervivencia de la colaboración de cara a posibles citas electorales.

Apoyo al 1-O

Los ‘anticapis’-sector al que pertenece la líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez (quien siguió activamente en las redes sociales las ponencias del foro)-aprovecharon también la Universidad para dejar claro su apoyo a la celebración del referéndum del 1-O, otro de los asuntos que tensionan sus relaciones con la dirección estatal. «Si en Anticapitalistas fuésemos todos catalanes, iríamos a votar al referéndum de Cataluña», avisó Camargo.

Una advertencia que mantiene viva la fractura que ha abierto a Podemos en canal, y que ha obligado a la dirección a mantener una ambigüedad calculada para conciliar a todos sus sectores en discordia y a Iglesias a admitir el referéndum como una «movilización legítima».

«No entendería que los que somos revolucionarios nos quedemos en casa», secundó Joan Giner, diputado de Catalunya Sí que es Pot, y uno de los encargados de la ponencia «Cataluña, proceso soberanista». En otra de sus consideraciones concluyó que «toda herramienta de ruptura del Régimen del 78 tiene que ser apoyada y hemos de ser los primeros que den la batalla para que la gente vaya a votar».

En la mesa de ponentes se encontraba también José Téllez, concejal de la CUP en Badalona, y que en su día publicó un ‘tuit’ en el que se veía al líder del PP catalán, Xavier García Albiol, con un tiro en la frente. «Hay mucha gente que no es independentista, pero que votará ‘sí’», dijo el dirigente radical, quien consideró que «la pelea es democracia contra fascismo» y se marcó como objetivo «deshacernos de la derecha española que amenaza con la bandera y la unidad de España a las clases populares».

En varias ponencias se acusó también a la dirección podemita de «acomodarse» a las instituciones y despegarse de la lucha activa, así como de revertir lo aprobado en la Asamblea de Vistalegre, con el último golpe de mando de Iglesias que, entre otros,  permitirá a la dirección sancionar de forma unilateral a sus dirigentes críticos.