Casado reta a Sánchez a someterse a una cuestión de confianza para «retratar cuáles son sus apoyos»

El líder del PP, Pablo Casado, ha exigido este lunes que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, comparezca de forma urgente en el Congreso, para hablar de «todos los problemas que aquejan» a España. «Si tuviera dignidad democrática solicitaría una cuestión de confianza, en la que pudiera retratar cuáles son sus apoyos», ha declarado Casado.

Tras asegurar que la «paciencia» de su partido se ha «agotado», el presidente del PP ha defendido que Sánchez acuda al Pleno de la Cámara Baja para hablar de «los problemas» de España, después de más de una semana de «estampida» por su gira por Canadá y Estados Unidos. Según ha dicho, debe explicar cómo pretende «embridar» el país.

En este punto, Pablo Casado ha aconsejado al presidente del Gobierno a someterse a una «cuestión de confianza» -competencia que depende del propio presidente del Gobierno- para «retratar» sus apoyos en el Parlamento, después de que hace poco más de 100 días los «independentistas y batasunos» le dieran su respaldo para echar al Gobierno de Mariano Rajoy de la Moncloa.

Una vez más, Casado ha urgido a Sánchez a convocar ya elecciones generales «cuanto antes» porque España no se puede seguir «desangrando» ante un Gobierno socialista que «huye» y que es «rehén» de los «peores enemigos de la nación española». «El PP está listo para volver al Gobierno y estoy convencido de que los españoles cada día que pasa echan más de menos al Partido Popular», ha enfatizado.

Dicho esto, el presidente de los ‘populares’ ha señalado que el PP se presentará a los comicios con un programa sencillo, alejado de lo no «ininteligible», y «hablando claro a la gente». En su opinión, hay que volver a la «base», en línea con lo que hizo en su día el partido conservador que lideró Margaret Thatcher.

Casado se ha pronunciado así en un foro de ABC en el que ha estado arropado por el secretario general de su partido, Teodoro García Egea, los vicesecretarios Javier Maroto y Andrea Levy; la presidenta del PP en la Comisión de Exteriores, María Dolores de Cospedal; los portavoces en el Congreso y el Senado, Dolors Montserrat e Ignacio Cosidó; y numerosos parlamentarios del Grupo Popular.

Gobierno de ‘Fake News’

Además, Pablo Casado ha advertido de que su partido no va a «tolerar» que el Gobierno pretenda intervenir en los medios de comunicación con la excusa del control de las noticias falsas cuando, a su juicio, «no hay mayor emisión de fake news que desde el Palacio de la Moncloa».

«Lo que no vamos a tolerar desde el PP es que la Policía vuelva a entrar en la redacción de periódicos», ha alertado Casado, que ha defendido la libertad de expresión frente al intervencionismo en los medios o la «purga» en RTVE.

El líder del PP ha culpado de muchas noticias falsas al propio Gobierno y ha aprovechado para criticar el cambio del sistema de recuento del último barómetro del CIS.

En ese escenario, ha lamentado las noticias que se han ido conociendo en las últimas semanas sobre la «fosa séptica» integrada por mandos policiales que «chantajeaba» a fiscales, jueces y empresarios, en referencia a las grabaciones del ex comisario Villarejo.

Una «ciénaga» que, en su opinión, el Gobierno intenta tapar esparciendo «calumnias» sobre sus adversarios cuando el PP «no tiene ningún miedo» a que se investigue.

«No es posible que se hable de cacería desde la mesa del Consejo de Ministros cuando fue en una cacería en la que esos interlocutores pudieron concertar la instrucción de algún caso que afectaba a algún partido de la oposición», ha denunciado Casado, en referencia al caso Gürtel.

A su juicio, tampoco es posible que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, siga sin dar una sola explicación del supuesto espionaje a José María Aznar cuando era presidente de Castilla y León.

Casado ha aprovechado para felicitarse por el archivo de la investigación sobre su máster en la Universidad Rey Juan Carlos, y ha destacado su actitud «tranquila y serena» durante todo este tiempo, en el que no ha optado por arremeter contra los medios de comunicación, la universidad o los juzgados.