La ley obliga a Pedro Sánchez a hacer pública su tesis doctoral
La tesisde Pedro Sánchez sólo se puede consultar in situ en la biblioteca de la Universidad Camilo José Cela
El trabajo de Sánchez no incluye análisis de empresa, ni patentes ni nada que le permita cerrar su tesis
Pedro Sánchez ha asegurado que ya ha abierto la tesis para que la pueda consultar cualquier persona. Y es mentira. Pero también asegura que tiene capacidad para mantenerla en cerrado en estos momentos. Y también esa afirmación es falsa. La ley no le ampara.
Las tesis, por regla general, deben dejarse accesibles a todo el mundo. La explicación es simple: uno de los objetivos de las tesis doctorales es que otros investigadores partan de las tesis ajenas, las estudien y desarrollen más avances a partir de esas investigaciones previas. Cuestiones imposibles si cada investigador deja cerrada su tesis.
Los trabajos para conseguir el doctorado, además, deben poderse comprobar, precisamente, para saber si han incurrido en plagios o en errores. De nuevo, nada de eso se puede certificar si los trabajos revisten unas enormes dificultades de visualización.
Como dejan claro las excepciones reguladas en la ley a este principio general de la transparencia de las tesis, tampoco el ahora presidente puede argumentar ninguna de ellas con el fin de mantener oculta su tesis doctoral.
«La tesis doctoral se evaluará en el acto de defensa que tendrá lugar en sesión pública»
La norma que regula las enseñanzas oficiales de doctorado plasma en su artículo 14 con rotunda claridad cuáles son los supuestos en los cuales se puede pedir el bloqueo a quienes quieran verla.
Ese artículo se denomina “evaluación y defensa de la tesis doctoral” y aclara que “la tesis doctoral se evaluará en el acto de defensa que tendrá lugar en sesión pública y consistirá en la exposición y defensa por el doctorando del trabajo de investigación elaborado ante los miembros del tribunal”.
El artículo en cuestión subraya, por otra parte, que “una vez aprobada la tesis doctoral, la universidad se ocupará de su archivo en formato electrónico abierto en un repositorio institucional”. Evidentemente ese punto no fue cumplido. Y no se cumplió provocando que todo el que quisiera verla tuviera que presentarse en la biblioteca con el único fin de leerla. Porque no dejaban fotografiarla ni sacarla de la sede. OKDIARIO, pese a ello, lo ha hecho.
Pero, es más, se debería haber remitido “en formato electrónico, un ejemplar de la misma [tesis] así como toda la información complementaria que fuera necesaria al Ministerio de Educación a los efectos oportunos”. Y “en circunstancias excepcionales determinadas por la comisión académica del programa, como pueden ser, entre otras, la participación de empresas en el programa o Escuela, la existencia de convenios de confidencialidad con empresas o la posibilidad de generación de patentes que recaigan sobre el contenido de la tesis, las universidades habilitarán procedimientos para desarrollar los apartados 4 y 5 anteriores que aseguren la no publicidad de estos aspectos”.
La tesis de Pedro Sánchez no puede incurrir en ninguna de esas excepciones, en primer lugar, porque no hay ni información relevante de empresas, ni patentes, ni nada que se le parezca. Y en segundo lugar, porque, no habiendo empresas relevantes analizadas en profundidad, tampoco hay convenios de confidencialidad.