El PP celebra un Comité «de trámite» para aceptar «con matices» las condiciones de C’s

Albert Rivera
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y el líder de C'S, Albert Rivera. (Foto: EFE)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Comité Ejecutivo del PP, convocado para este miércoles, dará luz verde a Rajoy para negociar su investidura con Ciudadanos a partir de las seis exigencias presentadas por el partido de Rivera.

No se prevén sobresaltos de un cónclave popular de máxima expectación y del que Rajoy espera salir con el aval de sus dirigentes. No será, no obstante, una carta blanca, sin más. Como ya avanzó OKDIARIO, el presidente en funciones está dispuesto a asumir las medidas de regeneración y transparencia propuestas por el líder de Ciudadanos, pero con matices. 

La condición más sensible es la referida a la creación de una Comisión de Transparencia en el Congreso sobre la presunta financiación irregular del PP, o dicho de otro modo, el caso Bárcenas. La medida, que ha provocado un visible malestar en varios dirigentes del partido, se aceptará, aunque ampliándola a casos de corrupción de otras formaciones, como los ERE de los socialistas en Andalucía, los cursos de formación o incluso la presunta financiación ilegal de Podemos en Venezuela.

Otro de los ‘matices’ afecta a la expulsión de cargos públicos imputados formalmente en casos de corrupción “hasta la resolución completa del procedimiento judicial”, según enuncia Ciudadanos. Desde el PP quieren limitarlo a los casos en los que exista una acusación en firme, para preservar la presunción de inocencia de los investigados.

Para otras condiciones, como la eliminación de aforamientos, la limitación de mandatos o una nueva ley electoral- los de Rivera piden listas desbloqueadas, “incremento de la proporcionalidad” y reforma del voto rogado- los populares recuerdan que se exige una reforma constitucional que requiere del apoyo de otras fuerzas.

Será un debate, no habrá votación ‘a mano alzada’

La reunión se plantea más a modo de debate que de votación, explican fuentes populares. La dinámica del Comité Ejecutivo, añaden, suele parecerse más a un intercambio de pareceres que a una votación formal, a mano alzada y con recuento de votos.

La intención de Rajoy, una vez superado este ‘trámite’, es constituir con Ciudadanos cuatro grupos de trabajo para abordar un acuerdo más extenso. Como figura en los documentos que Rajoy envió tanto al PSOE como a Ciudadanos, las mesas de negociación tendrían por objeto abordar las reformas constitucionales, y otras medidas en política económica, educativa y social.

Hasta el momento, ambos partidos han mantenido ya contactos para tratar el techo de gasto y diseñar los Presupuestos, asuntos prioritarios para que el futuro Ejecutivo pueda cumplir con los plazos de Bruselas que obligan al Gobierno español a informar sobre sus cuentas antes del próximo 15 de octubre. Como también informó este diario, el ministro de Economía, Luis de Guindos mantiene desde hace semanas una relación fluida con Luis Garicano, responsable económico de Ciudadanos, a quien mantiene al tanto de los datos macroeconómicos para el esbozo presupuestario.

La fecha de investidura, prioritaria para C’s

El segundo punto clave de la reunión del PP será la fecha de la investidura, un asunto crucial para los de Rivera. La formación de centro ha advertido, de hecho, en que fijar la sesión de votación del candidato popular es una precondición, sin la cual no habrá cabida a debatir sobre otras cuestiones. “No vamos a aceptar un candidato condicional. Si no hay fecha no hay negociación, no tendría sentido empezar a negociar”, advirtió este martes el vicesecretario general, José Manuel Villegas.

Las opciones que se barajan son dos: que Rajoy anuncie la fecha de investidura al mismo término de la reunión, o bien que espere a trasladársela antes a Rivera y la desvele al día siguiente.

El dirigente popular ha mantenido la incertidumbre sobre si se presentará a esa votación, en caso de no reunir los apoyos suficientes. “Ya veremos”, zanjó la pasada semana, tras su encuentro con Rivera en el Congreso.  No obstante, la posibilidad de que renuncie una vez más al encargo real está cada vez más descartada.

En Génova se mantiene como fecha más probable para la  la semana de finales de agosto y principios de septiembre. Ese calendario permitiría a Rajoy viajar como presidente electo a China para asistir a la cumbre del G-20, que se celebra el fin de semana del 4 y 5 de septiembre, y también despejar la recta a las autonómicas, cuya campaña empieza el 9 del mismo mes.

Rajoy pide «realismo» a los suyos: queda convencer al PSOE

Rajoy quiere ir paso a paso. Y el primero es atar el apoyo de los 32 de Rivera. En el PP se confía en que ello añada la suficiente presión para que el PSOE se replantee el rechazo a apoyar a su candidato.  Los llamamientos a la “responsabilidad” de los socialistas han sido insistentes en la última semana desde las filas populares. “Nosotros vamos a ser generosos y es lo mismo que le pedimos al resto de formaciones políticas”, ha repetido este martes el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez Maíllo.

Pese a la buena sintonía con Rivera, Rajoy ha templado el optimismo que en los últimos días se ha instalado en la sede de los populares. A sus dirigentes les pide «realismo», consciente de que lograr el apoyo de Ciudadanos es insuficiente incluso para ser investido en segunda vuelta, en la que solo necesita de una mayoría simple, más ‘síes’ que ‘noes’.

La dirección socialista, entre tanto, ha convocado una reunión paralela en la que se prevé que Sánchez reitere su rechazo a Rajoy. El secretario general se reunirá a la misma hora en el Congreso con su núcleo duro en un encuentro al que no han sido convocados ni sus barones ni sus dirigentes más críticos.

Las seis condiciones de Ciudadanos

Precondición: fijar el día y hora del debate de investidura.

1. Separación inmediata de cualquier cargo público imputado formalmente por corrupción hasta la resolución completa del procedimiento judicial.

2. Eliminación de los aforamientos de los políticos: «todos somos iguales ante la ley».

3. Nueva ley electoral: listas desbloqueadas, incremento de la proporcionalidad, reforma del sistema de ‘voto rogado’ para ciudadanos residentes fuera de España.

4. Acabar con los indultos a los condenados por delitos de corrupción política.

5. Limitación del mandato del presidente del Gobierno a un máximo de ocho años o dos mandatos.

6. Compromiso de transparencia: creación de una comisión de investigación parlamentaria sobre el caso Bárcenas y la presunta financiación irregular del PP.

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