Tata descarta España para su planta de baterías por la falta de ayudas y la instalará en Reino Unido
Nuevo fracaso del Gobierno de Pedro Sánchez. El grupo automovilístico indio Tata Motors descarta España para construir una planta de baterías en Zaragoza por la falta de ayudas públicas y la instalará Reino Unido. Todo ello a pesar de que el Ministerio de Industria ofreció al propietario de Jaguar Land Rover formar parte del proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (PERTE) del vehículo eléctrico y conectado -dotado de fondos europeos- para la puesta en marcha de la que sería la tercera gigafactoría, después del anuncio de la de Volkswagen en Sagunto y Envision en Navalmoral de la Mata.
El fabricante automovilístico estudiaba la posibilidad de fabricar a 30 kilómetros de Zaragoza baterías para coches eléctricos para suministrar a sus marcas Jaguar y Land Rover, además de a otros fabricantes, pero el nuevo ministro de Industria, Héctor Gómez, no ha conseguido convencer a los indios para invertir capital en España.
Finalmente, Tata instalará esta gigafactoría en Somerset y disparará la capacidad de producción de vehículos eléctricos en Reino Unido, según ha anunciado en ministro de Economía británico, Jeremy Hunt. Para lograr convencer a Tata, el Gobierno de Rishi Sunak -de origen indio- ha ofrecido a la compañía 500 millones de libras (unos 575 millones de euros) en subvenciones para ayudarle a sufragar los costes energéticos y de I+D.
Por el contrario, ni el Ejecutivo nacional de Sánchez ni el aragonés de Javier Lambán han hecho una propuesta que pudiera igualar la del Reino Unido, a pesar del enorme gasto en subvenciones y ayudas que no generan ningún empleo de sus Gobiernos, y a pesar de que España no va a ser capaz de invertir todos los fondos europeos del PERTE del vehículo eléctrico por la incompetencia gubernamental.
«El retraso en la puesta en marcha del PERTE del coche eléctrico, los problemas para cerrar las bases con Bruselas y la alta burocracia que se exige a los fabricantes para acceder a las ayudas procedentes de los fondos europeos han sido las principales trabas que han provocado que el proyecto no se haya implementado de la forma adecuada y que ha provocado que hasta a la fecha los fabricantes no hayan recibido ni un sólo euro de lo prometido», señalan fuentes del sector del automóvil.
En concreto, el PERTE tiene una dotación inicial de 2.975 millones de euros y se han destinado 793,72 millones de euros a diez propuestas industriales (aunque el dinero no se ha entregado), por lo que todavía quedan por repartir en torno a 2.181 millones de euros. Es decir, se podría haber utilizado perfectamente ese dinero para incentivar a Tata a instalarse en España.
Interés británico
Pero Reino Unido tiene muchísimo interés en ganar la fábrica porque de ella puede depender el futuro de su industria automovilística. Ésta se encuentra amenazada por los acuerdos del Brexit con la UE, que imponen unos aranceles del 10% a los coches británicos a partir del próximo año si no cumplen la condición de que el 45% del valor de los vehículos eléctricos exportados por Gran Bretaña tenga su origen en ese país o el alguno de la UE.
Esta condición no se cumple en estos momentos, pero sí podría alcanzarse gracias a la gigafactoría de Tata. De ahí que Sunak haya puesto toda la carne en el asador para llevársela.