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Stellantis da por zanjada la crisis de chips: no faltarán piezas en sus fábricas a partir de septiembre

Stellantis Vigo
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Andrea Aguado
  • Andrea Aguado
  • Redactora de economía y coordinadora de OKMOTOR. Amante de las cuatro ruedas y la industria. Antes en informativos de Radio Televisión Castilla y León.

Tras el impacto de la pandemia, los fabricantes automovilísticos registraron una importante bajada de sus stocks de piezas en las factorías generada por la crisis de los chips. Una situación que provocó un shock de oferta ante la caída de la producción en las factorías derivada de la falta de componentes y el aumento de la demanda por el ahorro embalsado durante los meses del confinamiento. Ahora, Stellantis da por zanjado este escenario y asegura que el abastecimiento en las plantas del grupo estará estabilizado a finales del tercer trimestre -mes de septiembre- para hacer frente a la fuerte demanda, que afecta sobre todo al Viejo Continente.

«La crisis de semiconductores está resuelta al 95%», ha señalado el CEO de Stellantis, Carlos Tavares, en la conferencia de analistas posterior a la presentación de resultados del primer semestre, en el que el grupo automovilístico se anotó un beneficio neto de operaciones continuadas récord de 10.918 millones de euros, lo que se traduce en casi un 40% más en comparación con las ganancias registradas en el mismo periodo del año anterior.

Un problema de abastecimiento en las fábricas que el directivo portugués prevé que se resuelva a finales del tercer trimestre, concretamente en el mes de septiembre. Tanto es así, que Stellantis prepara sus factorías de España -Vigo, Zaragoza y Madrid- para la incorporación de nuevos turnos y la contratación de personal antes de que termine el año con el objetivo de hacer frente a la elevada demanda internacional, tal y como avanzó este diario.

Demanda más alta de lo esperado

Tavares ha señalado que «las marcas que forman el grupo tienen pedidos en sus fábricas para hacer frente a cuatro meses de trabajo, lo que refleja el buen comportamiento de la demanda en el mercado, que ha mejorado en relación a las previsiones de ventas del inicio del año». No obstante, las presiones inflacionistas y la incertidumbre económica por la invasión rusa de Ucrania continúan y hace que no todas las marcas de coches sean tan optimistas con el mercado como lo es Stellantis -este es el caso de Volkswagen-.

Por su parte, la empresa mantiene su previsión de resultados para el conjunto del año 2023, de forma que estima lograr un margen operativo ajustado de «doble dígito», así como unos flujos de caja libres de su división industrial «positivos» y completar su programa de recompra de acciones por 1.500 millones de euros, de los que ya han recomprado 700 millones.

Stellantis y la crisis de los chips

Con esta mejora del abastecimiento, Stellantis ha logrado reducir la acumulación de pedidos pendientes en sus concesionarios, ya que la escasez de semiconductores y los problemas logísticos dejaron listas de espera para la entrega de vehículos a los clientes superiores a los seis meses. Además, ya hace entregas de forma inmediata, fórmula a la que estábamos acostumbrados antes del impacto de la crisis de los semiconductores, esto es, comprar el coche y recibirlo a los pocos días. Algo impensable al inicio del año.

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