Sánchez se escuda en la mejora de los datos de inflación para rebajar el cheque de alimentos prometido
La ayuda anual se divide en 17 euros mensuales que permiten la compra de muy pocos alimentos
El timo del ‘chequefake’: Sánchez deja fuera de la ayuda a pensionistas y perceptores del ingreso mínimo
El ‘chequevoto’ del que presume Sánchez para la cesta de la compra: 17 euros al mes para las familias
El Gobierno de Pedro Sánchez sopesa justificar en la mejora de los datos de la inflación una rebaja de la cuantía en los cheques de 200 euros que reciben las familias más vulnerables para la adquisición de alimentos. Se trata de un cambio que, según fuentes gubernamentales, no se haría hasta el mes de junio cuando se tiene que aprobar el nuevo paquete de medidas sociales. Y con las elecciones municipales y autonómicas ya celebradas, para que no les pase factura a los socialistas.
Este cheque anual, que no tiene carácter finalista, iba a ser inicialmente de 500 euros como pedía Podemos. El PSOE, que en un principio se negaba a la medida, se abrió a concederlos pero con un máximo de 300 euros anuales. Finalmente el área económica del Ejecutivo, con Nadia Calviño y María Jesús Montero a la cabeza, rebajaron dicha cifra a los 200 euros pese a la oposición de los socios minoritarios de la coalición.
Esta cantidad, que ahora Moncloa intentará rebajar escudándose en la mejora de los datos de la inflación, supone un ingreso de 17 euros extras para las familias al mes. Un importe que dados los disparados precios actuales de los alimentos, únicamente permite comprar 12 huevos, 10 barras de pan y un paquete de 1,4 kilogramos de pollo al mes.
La ayuda entró en vigor con polémica ya que la letra pequeña dejaba claro que no se repartiría entre los pensionistas, ganen lo que ganen, ni para los perceptores del ingreso mínimo vital. También se limitaba a los desempleados en 2022, por lo que los ciudadanos que se han quedado en paro en 2023 -enero y febrero fueron meses de destrucción de empleo- tampoco tendrán derecho a este bono.
Hace unos días la ex ministra de Industria, Reyes Maroto, ya dejaba entrever que el Gobierno quería limitar la ayuda avisando que «la bajada del IVA de los alimentos se tiene que producir en los próximos meses, y el Banco Central Europeo nos tiene que ayudar a que estos precios, sobre todo los vinculados a la alimentación, que ahora se han moderado, tengan una bajada sustancial porque la inflación es una preocupación que tienen la mayoría de las familias».