Sánchez lleva a la Seguridad Social al borde del colapso: habrá un déficit de 60.000 millones en 3 años

Se prevé un agujero de casi 60.000 millones de euros en la Seguridad Social para 2026
Se prevé un agujero de casi 60.000 millones de euros en la Seguridad Social para 2026
Patricia Sanz
  • Patricia Sanz
  • Abogado, periodista y máster tributario de Garrigues. Antes, asesora fiscal por Luxemburgo y España, ahora, redactora jefe de Economía de OKDIARIO.

El sistema de Seguridad Social podría entrar en colapso financiero en tres años con un déficit de 60.000 millones de euros. Así lo han cifrado expertos en pensiones a este digital, tras conocerse este martes que se destinó el pasado julio la cifra récord de 12.017,8 millones de euros al pago de la nómina ordinaria mensual de pensiones contributivas -un 10,8% interanual más-. La salida del mercado laboral de la generación del baby boom pone al sistema contra las cuerdas: o se suben las cotizaciones sociales o se bajan las pensiones.

El economista José Ramón Riera lo tiene muy claro: «El baby boom produce un incremento de la población que ahora empieza su proceso de jubilación y los ingresos por cotizaciones de la Seguridad Social no son suficientes para pagar las pensiones». El experto en pensiones señala a un culpable: «Desde que llegó Pedro Sánchez al poder, la deuda ha pasado de 47.000 millones a 107.000 millones en 2022».

«Se siguen necesitando todos los meses aproximadamente 3.000 millones de euros de transferencias corrientesDe hecho, se tienen presupuestados 42.000 millones de euros para enviar del Ministerio de la Seguridad Social al Órgano de la Seguridad Social, para disponer de ingresos de forma suficiente y no tener que endeudarse de forma sensible», apuntala.

Aumento automático de cotizaciones

Hasta aquí la fotografía de las pensiones. Pero, ¿qué sucederá tras la última reforma del actual Ejecutivo? Desde el Instituto de Estudios Económicos (IEE) se subraya a OKDIARIO que «la última reforma subió las cotizaciones sociales pero no aseguró la sostenibilidad del sistema».

De hecho, siguiendo el informe del IEE del pasado mayo sobre La subida de las cotizaciones sociales, «la norma permitiría utilizar medidas sobre los ingresos y los gastos a decidir en el diálogo social, pero el hecho de continuar la redacción diciendo que, en caso de no estar aplicadas las medidas el 1 de enero, aumentará automáticamente la cotización recogida en el MEI por el valor mencionado, desequilibra el valor de las opciones». Recuérdese, el MEI es ese Mecanismo de Equidad Intergeneracional impuesto por el actual Gobierno para que los actuales contribuyentes al sistema de pensiones salven las de los ciudadanos que ahora se jubilan, a través de una retención mensual en los salarios de todos los trabajadores.

Así las cosas, según el Instituto, se fortalece «la posición de quienes defienden la opción del crecimiento del gasto frente los que quieren limitar el crecimiento de las cotizaciones que, de forma muy evidente, desincentiva a los primeros a llegar a un acuerdo». De hecho, el MEI se considera una herramienta «incompleta» porque «establece como parámetro de referencia un gasto promedio en pensiones del 15% del PIB, cuando, con el actual (13,6%) el sistema tiene un déficit estructural».

Para Riera, la solución es clara, «o sea crea empleo a un 5% del PIB anual o se reforma en profundidad el sistema de pensiones siguiendo el modelo de la mochila austriaca». Si por el contrario «se continúa con las políticas de izquierda y se suben las cotizaciones sociales a los empresarios, se provocará una automática bajada del empleo».

La brecha fiscal aumenta

A todo lo anterior se suma el problema de la brecha fiscal señalada por el IEE. Y es que, sólo entre cotizaciones sociales e IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas), los trabajadores podrían alcanzar, según la AIRef (Autoridad de Responsabilidad Fiscal) una brecha fiscal de hasta el 63% frente al 52% actual para las rentas de por encima de los 80.000 euros anuales, una carga tributaria adicional de unos 8.800 euros al año. Una subida que apuesta también a los trabajadores que ingresen menos de 54.000 euros anuales pues soportarán según la misma institución, «del orden de un tercio de la recaudación adicional derivada del incremento de las cotizaciones sociales».

Pero las rentas más bajas también se verán afectadas. Unos rendimientos del trabajo de 10.000 euros brutos anuales hasta el momento quedaban sujetas a un 36,25% de cotizaciones sociales (3.625 euros) y casi no soportaba IRPF. Con la reforma, las cotizaciones sociales subirán hasta el 37,45% (3.745 euros) por el 1,2% adicional de retención del MEI. Es decir; 120 euros más al año para un ciudadano que ingresa poco más de 800 euros al mes.

En definitiva, con la reforma acometida bajo la batuta de José Luis Escrivá, aun ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, España «aproximará el gravamen al trabajo de los salarios altos en España al de los países más elevados de nuestro entorno».

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