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ENERGÍA

Sánchez descarta un perfil técnico para sustituir a Ribera y buscará el rédito político en energía

  • Jose de la Morena
  • Jose de la Morena, periodista especializado en economía desde hace más de 15 años, desarrolla su labor en el campo de la comunicación desde el prisma de las tendencias, los números y resultados de las distintas compañías. Una tarea que le ha llevado a conocer a fondo el mundo empresarial. Ha trabajado también en comunicación corporativa y como asesor para distintas marcas internacionales e institucionales.

Teresa Ribera es candidata del PSOE a las elecciones europeas del próximo junio, y Pedro Sánchez no la sustituirá de forma inmediata. La intención del líder del Ejecutivo es esperar a que tome posesión del acta Ribera en Europa y, a partir de ahí, nombrar una nueva ministra que pueda dar la batalla política en energía. No quiere un perfil técnico, sino que buscará alguien para dar la batalla en unas hipotéticas elecciones. Alguien que pueda ocupar a su vez una vicepresidencia. Inés Rey, como adelantó OKDIARIO, es la opción que más enteros tiene.

Dentro del escenario que baraja el propio Ejecutivo de Sánchez, esas elecciones podrían llegar en 2026, y quieren que la nueva ministra ocupe ese cargo durante lo que esperan sea un trabado 2025. Y será ministra, porque Sánchez no quiere asumir una crítica contra la ‘paridad’ en su Gobierno. De hecho, las quinielas apuntaban a la actual secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, pero Moncloa piensa que es un perfil poco combativo, a pesar de que guarda una gran relación con el sector.

La elección de Ribera para liderar a los socialistas en Europa tiene un objetivo más allá de las propias elecciones europeas: Sánchez quiere que su todavía ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico sea nombrada en octubre comisaria de Energía de la Unión Europea, en sustitución de Kadri Simson. Un movimiento con el que el Presidente planea elevar su propia figura en Europa. Las críticas que arrecian desde Bruselas han molestado en Moncloa, y enturbian el plan de Sánchez de lograr un puesto en las esferas internacionales una vez abandone Moncloa.

En el alero de toda esta quiniela queda también Manuel de la Rocha, con cuya candidatura se ha especulado pero que no cuenta con el apoyo del Ejecutivo, que considera pagados sus servicios con el nombramiento de su ex mujer al frente de la Fundación Carolina.