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Economía
Criptomonedas

Qué criptomonedas no han ganado valor

Dentro del contexto de subida generalizadas de las criptomonedas de esta semana, hay algunas que, contraviniendo la tendencia general, no han seguido la misma tónica alcista.

El caso más paradigmático de ello es el de Tether. Se trata de una criptomoneda que busca mantener una paridad con el dólar. Por lo tanto, prácticamente, no sufre variaciones considerables en su valor y los inversores la utilizan como un valor refugio en tiempos de descensos en el mercado. Tanto es así, que el 31 de marzo (justo a partir de cuando tuvo lugar la crecida de valor de las criptomonedas), consiguió el volumen de transacciones más alto de toda su historia.

Esta criptomoneda siempre ha estado bajo sospecha por lo que algunos consideran poca fiabilidad respecto a su respaldo con el dólar. Algunos creen que hay emitidos más tokens que los que realmente están respaldados por esta moneda fiduciaria. Aun así, algunos inversores siguen confiando en ella en periodos más complejos.

Evidentemente, una vez el resto de criptomonedas han comenzado a subir de valor, el volumen de transacciones cayó. Aun así, su valor se mantiene en los mismos parámetros. Se trata, pues, de una criptomoneda que funciona de manera contracíclica: cuanto peor es la situación del mercado, más operaciones se llevarán a cabo con ella.

Una situación parecida a la de Tether ha vivido otra de las destacadas “stablecoin”, USD Coin. Su valor, ajeno a la volatilidad del mercado, se ha mantenido prácticamente igual durante estos últimos días.

¿Qué criptomoneda ha perdido valor?

Dentro del grupo de las cincuenta criptomonedas con mayor volumen de capitalización, Ravencoin ha sido la única (dejando de lado las comentadas stablecoin, cuyo valor apenas varía) que ha perdido valor en este contexto alcista general. Cerró el mes anterior a un precio de 0,59 dólares y, el día 4, su cotización era de 0,56 puntos.

Este hecho podría significar que no seguiría las tendencias generales de las criptomonedas. Ello puede suponerle, pero, un problema: de cara al inversor más arriesgado, no es atractiva porque busca, justamente, altas volatilidades para conseguir más rentabilidad en el corto plazo. Ahora bien, tampoco dispone de la seguridad que confiere una stablecoin, por lo que corre el riesgo de quedarse en tierra de nadie. Será importante, por lo tanto, estudiar y seguir su valor ante otros posibles periodos alcistas y bajistas para conocer si existe o una correlación al respecto.