La pérdida de poder adquisitivo de los jubilados impulsa un 24% las ventas de viviendas de nuda propiedad
Durante el año 2022 se han formalizado en España 1.657 ventas en nuda propiedad, un 23,7% más que en 2021. Se trata de una fórmula que permite a los mayores de 65 años vender su vivienda habitual a cambio de un pago único o de una renta vitalicia, manteniendo el derecho a seguir usando la vivienda de por vida.
La Comunidad Valenciana fue en la que más operaciones de este tipo se realizaron el año pasado: 379, lo que representa el 22,9% del total nacional. Le siguen por comunidades Madrid, con 293 (17,7%); Andalucía, con 287 ventas (17,1%); Cataluña, con 157 (9,5%) y Canarias, con 132 (8%). Baleares fue la comunidad que más creció en ventas de nuda propiedad (+130%), seguida de Extremadura y Canarias, que aumentó un 51,7% sus ventas de la nuda propiedad.
Son cifras todavía muy bajas comparadas con las que se hacen de este tipo de operaciones en otros países en las que hay más tradición de hacer líquido el patrimonio inmobiliario al llegar a la jubilación. De hecho, muchas de estas operaciones las realizan extranjeros residentes en España con viviendas en la costa. Durante el primer semestre de 2022, la compraventa de viviendas de extranjeros creció un 52% sobre el año anterior, según los datos de Más Vida y el Anuario de los Registradores.
“Los mayores de 65 años se enfrentan a un problema en nuestro país: con una pensión media de 1.367 euros y una inflación galopante, no pueden hacer frente a sus gastos. Sin embargo, la mayoría de estas personas tienen un patrimonio inmobiliario que pueden hacer líquido sin perder el uso o la propiedad de sus viviendas” afirma Julián Franco, Socio director de Más Vida.
Con esta fórmula, el vendedor de un piso en nuda propiedad puede obtener entre el 50% o el 85% del valor de tasación de su vivienda, dependiendo de su edad que está entre los 65 y los 95 años. Una persona de 70 años podría percibir el 70% del valor de su vivienda, mientras que percibiría el 84% en el caso de tener 95 años.
Otra opción para complementar los ingresos de jubilación sin perder la titularidad ni el uso de la vivienda es solicitar una hipoteca inversa: según los datos del Consejo General del Notariado, durante el año 2022 se han solicitado más del doble de hipotecas inversas que en 2021, aunque las cifras todavía son bajas porque no llegan al medio millar al año.
La hipoteca inversa es un préstamo especial para mayores de 65 años que permite obtener liquidez utilizando la vivienda como garantía. Se trata de un producto que permite convertir la casa en una especie de plan de pensiones, pudiendo seguir disfrutando de la vivienda y sin tributar por estos ingresos. A diferencia de la venta en nuda propiedad, en el caso de la hipoteca inversa la titularidad sigue siendo del propietario y sus herederos pueden vender la vivienda y cancelar la deuda con el banco hasta un año después de la muerte del titular.
De esta forma, muchos pensionistas son “ricos en ladrillos, pero pobres en ingresos” por lo que se ven obligados a acudir a estas formas de financiación para poder obtener liquidez ante la pérdida de poder adquisitivo que están sufriendo en los últimos meses ante la escalada generalizada de los precios.
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