Audiencia Nacional

Pedraz obligado a seguir con la causa del Banco Popular de 2012: el fraude de Luxemburgo empezó en 2011

Pedraz, Banco Popular
El juez Santiago Pedraz.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

El auto del juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama en el que pide juzgar al ex presidente del Banco Popular, Ángel Ron, prácticamente obliga a su compañero Santiago Pedraz a seguir instruyendo la causa abierta por la ampliación de capital del banco de 2012. La razón es que algunos de los delitos que considera probados se remontan antes de esa fecha, en especial la trama Thesan de Luxemburgo.

El Popular realizó dos ampliaciones de capital por 2.500 millones de euros cada una para tratar de solucionar sus problemas de solvencia, una en 2012 y otra en 2016. La de 2016 es la que ha instruido Calama, y por la que acusa a Ron, a su equipo y al auditor PwC de delitos de falsedad contable y estafa a inversores.

La instrucción de la ampliación de 2012 del Banco Popular fue cerrada inicialmente por Fernando Andreu y reabierta el año pasado por Pedraz. Ahora bien, volvió a cerrarla basándose en parte de un informe pericial elaborado por inspectores del Banco de España y la Sala le obligó a reabrirla. Ahora pretende cerrarla de nuevo con el apoyo de la Fiscalía, como adelantó OKDIARIO.

El propio informe de los peritos reconoce que el Banco Popular debió entrar en pérdidas ya en 2011 si hubiera cumplido las normas contables, con lo que las cuentas que incluyó en el folleto de la ampliación del año siguiente no reflejaban su verdadera situación.

Pero ahora, además, el auto de Calama del lunes da más argumentos a los afectados por aquella operación para mantener abierta la causa. En especial, la trama Thesan de sociedades luxemburguesas, descubierta por la Agencia Tributaria a raíz del caso Nummaria.

Thesan en Luxemburgo

Calama la describe así: «En el año 2011, Banco Popular llegó a un acuerdo con directivos de Thesan Capital SL para, por mediación de esta mercantil, constituir diversas sociedades en Luxemburgo con la mera finalidad de, a través de ellas, llevar financiación del BP a acreditados suyos en graves dificultades financieras, evitando así reconocer su morosidad en balance (non performing) y pérdidas en la cuenta de resultados de BP, toda vez que no se dotaban las provisiones de esos acreditados. Thesan Capital no invirtió nada».

Es decir, este supuesto delito ya se estaba cometiendo en 2011, luego también es aplicable a la instrucción de la ampliación de 2012, puesto que esta morosidad oculta ya afectaba a las cuentas que se presentaron a los inversores para esa operación. La trama de Thesan servía para sacar del balance del Popular créditos morosos y camuflarlos en empresas ficticias en Luxemburgo, de forma que no tenían que provisionarlos y apuntarse la pérdida correspondiente.

«Toda la financiación la aportó BP y la canalizó a través de esas sociedades luxemburguesas creadas ex novo con la única finalidad de llevar la nueva financiación (refinanciación) a los acreditados de la entidad bancaria. Esta estructura opaca se mantuvo hasta finales de 2016, no siendo anulada completamente hasta febrero de 2017. En las inspecciones OSI del BCE se desveló el funcionamiento de esta estructura societaria creada con vocación de eludir la clasificación contable de dudosos de ciertos acreditados y, en consecuencia, ocultar importantes déficits de provisiones», añade el auto del lunes.

El papel de PwC

No es el único punto que presiona a Pedraz para seguir instruyendo la causa por la ampliación del banco Popular de 2012. En el apartado del auto sobre la responsabilidad de PwC como cooperador necesario, Calama recuerda que esta firma fue la auditora del Popular durante 35 años ininterrumpidos y que, por tanto, «PwC fue testigo privilegiado de la evolución del negocio de BP, el cual, en un determinado momento, decidió modificar su perfil tradicional de apetito al riesgo (básicamente pymes y familias) para derivar buena parte de su capacidad financiera hacia el crédito promotor inmobiliario» mucho antes de la ampliación de 2016.

Y añade que «no es imaginable que desconociera la ‘contabilidad imaginativa’ del BP, respecto de la ocultación de dotaciones de créditos dudosos que se clasificaban como normales, mediante artificiosas refinanciaciones. Tampoco es creíble que no tuviera conocimiento de los déficits de provisiones derivados de una infracción de la normativa contable (anejo IX Circular BdE 4/2004) respecto de los denominados activos adjudicados». Ambas circunstancias se dieron en el Popular también en ejercicios anteriores, como aseguran los informes periciales del Banco de España tanto de la causa de 2012 como de la de 2016.

De hecho, en este último informe, los peritos aseguran que «tras revisar la documentación concluimos que, las operaciones con las sociedades donde Thesan toma la participación debieran figurar clasificadas como dudosas desde 2012, cuando Banco Popular las clasificaba en normal». La propia PwC  incluyó párrafos de énfasis ese mismo año sobre las cuentas de algunas de estas sociedades, como Taler.

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