Economía
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Patatas, naranjas, sandías o melones se encarecen hasta un 500% del campo a la mesa

Pese a que los precios de las frutas y verduras no paran de subir, cada vez es más grande la distancia entre lo que pagan los consumidores y lo que perciben los trabajadores del campo. Si se toma en consideración uno de los productos de temporada de los que más se ha hablado estas últimas semanas como es la sandía, el productor percibe de media 0,36 €/kg, en la fase de intermediarios llega a los 0,93 €/kg y en la distribución se dispara hasta los 2,20 €/kg. La diferencia entre campo y distribución de la sandía es del 511%. Un nuevo palo al campo asestado en plena escalada de precios y con un Gobierno noqueado incapaz de hacer frente a la inflación.

Se puede comprobar en estos momentos como algunas cadenas de distribución importantes están lanzando ofertas de sandías que no llegan a los 0,90 €/kg, “lo que pone de manifiesto que conforman los precios a su antojo, hace unas semanas a precio de oro y ahora lo devalúan con ofertas de descuento”.

En el melón sucede más de lo mismo. En campo se paga de media a 0,47 €/kg, en la fase de intermediarios a 1,66 €/kg y en la distribución a 1,85 €/kg. La diferencia entre campo y distribución es del 293%. En cuanto a las naranjas, los productores en una campaña realmente mala han cobrado de media 0,11 €/kg, en el segmento de los intermediarios ha llegado hasta los 0,67 €/kg y en los lineales de la distribución se ha encontrado a una media de 1,49 €/kg. La diferencia entre origen y destino ha sido del 1.298%.

Una fruta de verano como la nectarina se ha pagado en campo a una media de 0,67 €/kg, en la fase de intermediarios a 1,75 €/kg y en la distribución a 3,44 €/kg. El diferencial entre lo pagado en el campo y lo que abonan los consumidores es de un 412%. Si se compara una hortaliza de las más consumidas como la patata, vemos que el agricultor recibe de media 0,34 €/kg, en la parte de los intermediarios no sube demasiado y llega hasta los 0,53 €/kg y donde se dispara es en la distribución con 1,37 €/kg. La consecuencia es un diferencial entre origen y destino de más del 300%. Se pueden consultar otros productos en la gráfica adjunta.

Diferencia de precio entre el campo, intermediario y distribución.

La dificultad de trasladar el incremento de costes a los precios finales exime a los agricultores y ganaderos de beneficiarse del alza de los precios que muchos españoles están percibiendo cuando van al supermercado. En general, los productos agrícolas multiplicaron al cierre de junio su precio por más de seis desde la cotización en el campo hasta el precio de venta al público en los lineales, mientras que los derivados de la ganadería -pollo, cerdo, conejo o huevos- lo hicieron por casi cuatro.

Este conflicto se mantiene en una situación de subida generalizada de costes para el campo debido al aumento del precio de los fertilizantes, productos fitosanitarios, abonos, gasoil, plásticos, cartón y la electricidad. No obstante, este contexto ha provocado que esta diferencia entre origen y destino se reduzca ligeramente, pues han aumentado los precios del campo como consecuencia.

«Es evidente que ni la gran distribución española ni la europea -afirman desde la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (Fepex)- están aplicado a sus precios el histórico aumento de costes sufrido por el sector de manipulado y comercialización de frutas, hortalizas y cítricos. Somos sus mayores y más seguros proveedores, los que mejor servicio garantizan, el más ajustado, no ya a la regulación europea sino a las certificaciones privadas de esas grandes cadenas, por lo que en una situación tan complicada como ésta, sólo pedimos mayor sensibilidad. Unos céntimos de euro más en el PVP de las frutas, las hortalizas o los cítricos no dispararán la inflación y sí servirán para salvar miles de puestos de trabajo».