Economía

Nuevo varapalo para los ex franquiciados rebeldes contra Restalia: la Audiencia Nacional también rechaza su caso

Enésimo golpe judicial para los ex franquiciados que se querellaron contra el Grupo Restalia (propietario de la marca 100 Montaditos, La Sureña y The Good Burger) por supuesta estafa. Tras el auto de archivo del Juzgado de Instrucción número 52 de Madrid que aseguraba que la denuncia contenía “un totum revolutum de imputaciones sin ninguna clase de fundamento” y que los argumentos recogidos en la denuncia eran “valoraciones interesadas y muy subjetivas de los denunciantes que no permiten un riguroso análisis», ahora la Audiencia Nacional ha confirmado esta decisión rechazando la denuncia contra Restalia y devolviendo el caso al juzgado que lo archivó.

En su auto, la Audiencia Nacional también apunta a la idea, como hiciera el juzgado de instrucción, que buena parte de las pérdidas que pudieran tener los denunciantes se debió a la situación del Covid, cuestión que estos deliberadamente omitieron en sus escritos.»Desde un primer momento, los querellantes mostraron su firme intención de llevar el caso a la Audiencia nacional, conscientes del ruido y la presión mediática que eso generaría, lo que se conoce como querellas catalanas y cuyo fin es abusar del sistema penal. Para ello, intentaron aparentar un volumen que no es tal, con supuestas amplificaciones que se quedaron en nada. De hecho, a medida que han pasado los meses, la cuantía supuestamente defraudada iba disminuyendo», dicen las fuentes conocedoras del caso.

Tras el recurso interpuesto por los denunciantes, la Audiencia Nacional se ha pronunciado al respecto y ha rechazado de pleno su competencia, devolviendo el asunto al Juzgado de Instrucción y descartando así los argumentos de los querellantes y su estrategia para que este tribunal se hiciera cargo del caso. Ya en 2016, la Audiencia Nacional indicó que este tipo de asuntos no son de su competencia en la causa abierta por ex franquiciados de Dia y recientemente ha vuelto a insistir en su no competencia en la denuncia contra Telepizza.

«La intención de generar un caso aparentemente voluminoso, acuden al efecto llamada y la vía penal como estrategia de presión para reclamar (sin éxito, todo sea dicho) las pretensiones económicas que los franquiciados tienen de sus conflictos contractuales con el franquiciador, cuestionando el propio sistema de franquicia», dicen las mismas fuentes.

Preguntado a expertos del sector, tienen claro que la franquicia es un modelo muy positivo, que favorece el emprendimiento, si bien en nuestro país todavía no se conoce en profundidad. “Abrir un local a través del modelo de franquicia facilita el emprendimiento, pero no elimina el riesgo que tiene abrir cualquier tipo de negocio. Si el franquiciado no tuviera ninguna responsabilidad y se la achacara al franquiciador cada uno de los fracasos, ninguna empresa en su sano juicio apostaría por este sistema. El franquiciado es un empresario independiente que debe asumir su riesgo y responsabilidad. Si le va bien, estupendo, porque ese es el objetivo de cualquier modelo de expansión; si no, no puede echar responsabilizar a la franquicia”, apuntan los expertos.

El caso Restalia se hizo público en junio de 2022 -un año después de haberse interpuesto la demanda-, cuando los medios de comunicación se hicieron eco de la acción de un grupo de exfranquiciados contra Restalia, que ha mantenido siempre que las acusaciones vertidas en la denuncia faltaban gravemente a la verdad y que el único objetivo era dañar su reputación y negocio, reservándose el derecho a tomar las acciones que correspondan.