La movilidad cambia; la manera de aparcar, también

La movilidad cambia; la manera de aparcar, también

La movilidad está cambiando. Es un hecho ineludible pues, desde que la pandemia se iniciase, son muchas las novedades que se han introducido en las rutinas de las personas. Especialmente en el ámbito de la movilidad es quizás donde se han producido cambios más reseñables. Tras pasar de un confinamiento estricto, a horarios específicos para las salidas, hasta el fin del toque de queda y las restricciones entre comunidades, hemos tenido que recodificar nuestros hábitos y buscar nuevas maneras de desplazarnos por las ciudades.

Aunque durante 2020 el uso del coche se redujo debido a las restricciones de movilidad, este año, dada la crisis que atraviesa el transporte público por la reducción de la afluencia de viajeros con motivo del Covid, los habitantes de las ciudades combinan sus trayectos en coche con otras opciones como las bicicletas. Asimismo, pese a que la matriculación de vehículos ha bajado en el último año, las opciones de híbridos y eléctricos presentaron el pasado mes de junio una subida de casi el 127% respecto al mismo mes del 2020, de acuerdo con los últimos datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC).

Por otro lado, no solo ha cambiado el tipo de vehículo, sino las zonas en las que se aparcan. En base a los datos de nuestra app Parclick, mientras que en 2020 las zonas más habituales para buscar aparcamiento eran el centro de las ciudades, las estaciones de tren y el aeropuerto, en 2021 han aparecido los hospitales como una de las zonas más demandadas para aparcar.

Asimismo, podemos afirmar que ya no nos desplazamos a los mismos lugares que hace un año, ni tan a menudo. Si antes el trabajo y las zonas de ocio estaban en el top of mind, ahora los parques, los supermercados y farmacias y las zonas de residencia concentran los desplazamientos más habituales.

Seguramente sigamos viendo cambios conforme avance este segundo semestre de 2021, pues las personas están tomando más conciencia y utilizan su coche cuando es necesario. Para ello, planifican su aparcamiento con antelación a fin de no perder tiempo y reducir la contaminación y el tráfico derivado de estar buscando un lugar donde dejar el coche. Esto último es esencial pues, el tiempo que un conductor medio pierde buscando aparcamiento -15 minutos por vehículo- también se traduce en más emisiones contaminantes, que se pueden evitar con una buena planificación.

Partiendo de esta base, podemos decir que aparcar ya no es una actividad centrada en el azar, sino que, gracias a la digitalización del proceso, podemos planificar dónde queremos dejar nuestro vehículo, cuándo, durante cuánto tiempo y con el precio cerrado para evitar sustos de última hora. Todo de una manera segura y cómoda para que, si tenemos que coger el coche, lo hagamos de tal forma que evitemos cualquier gasto de tiempo y emisiones innecesarios.

En esta línea, la tecnología está cambiando la manera en la que aparcamos ya que nos permite reducir el tiempo de búsqueda, nos facilita la entrada y la salida, y nos permite proceder a los pagos del parking y del parquímetro desde el móvil de forma cómoda y segura. Es decir, nos ayuda a que el conductor no sienta tedio a la hora de aparcar, sino que se transforme en un proceso sencillo que se adapta a sus necesidades particulares.

Todos estos cambios de movilidad impulsados tanto por la búsqueda de unas ciudades más sostenibles como por los avances tecnológicos llevarán pronto a que los aparcamientos se transformen en verdaderos centros neurálgicos de nuestras ciudades.

Desde ahora y durante los próximos años, los parkings se reinventarán para ofrecer más que un lugar donde aparcar nuestro vehículo privado, sino también puntos de carga vehículos eléctricos; plazas para aparcar los coches compartidos; e incluso pequeños almacenes individuales para la recogida de paquetería o de entrega de compra, puntos de carga o de recogida de monopatines, bicicletas o motos compartidas.

La movilidad está cambiando. No cabe duda. El reto ahora es saber anticiparse a esos cambios, escuchar las necesidades de la población y ser capaces de ofrecer una respuesta eficaz al bullicio de los cambios para contribuir a que nuestras ciudades puedan cumplir con sus planes de sostenibilidad, siempre teniendo en cuenta lo más importante: las personas que habitan y se mueven por ellas.

Natalia González, Directora General de Parclick para España y Portugal

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