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Malas noticias para los fumadores: el BOE confirma qué marcas de tabaco suben de precio

El BOE ya refleja la nueva subida en muchas marcas de tabaco y Sanidad trabaja para prohibir fumar en las terrazas

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Blanca Espada

Fumar no sólo daña la salud, también empieza a pesar más en el bolsillo. Desde el pasado 24 de mayo, los fumadores en España (incluidos los residentes en Ceuta y Melilla) han comenzado a notar un nuevo golpe económico cada vez que acuden al estanco. El Boletín Oficial del Estado (BOE), junto con el Comisionado para el Mercado de Tabacos, ha publicado la actualización oficial de los precios, y lo cierto es que muchas marcas han visto incrementado su coste. Con ello, el Ejecutivo da un paso más en su estrategia de desincentivar el consumo de tabaco.

Estos nuevos precios no sólo afectan a las clásicas cajetillas, sino que también se extienden a otras modalidades de consumo, como los cigarrillos electrónicos, el tabaco de liar o la picadura para pipa. Los consumidores habituales ya pueden comprobar los nuevos precios en estancos y puntos de venta autorizados, donde las tarifas se han ajustado según el tipo y la marca del producto. La intención no es solo recaudatoria: el Ministerio de Sanidad está decidido a reducir el tabaquismo con medidas más estrictas que pronto veremos en marcha, a través de la reforma de la ley antitabaco, que promete ser la más ambiciosa desde la que prohibió fumar en bares y restaurantes. La nueva normativa, aún en fase de preparación, prohibirá fumar también en terrazas, discotecas al aire libre, vehículos laborales e incluso en campus universitarios. A esto se sumará el empaquetado genérico, lo que eliminará los logotipos de las marcas y uniformará la imagen de los productos con el objetivo de hacerlos menos atractivos.

El BOE confirma qué marcas de tabaco suben de precio

Hasta hace unos días, el precio medio de una cajetilla de tabaco en España rondaba los 4,60 euros. Sin embargo, con la entrada en vigor de los nuevos precios, esa cifra se eleva de forma considerable para buena parte de las marcas. Según el listado publicado en el BOE, los cigarrillos tradicionales pasan a moverse entre los 5 y 6 euros, dependiendo del fabricante. Algunas marcas más conocidas ya se sitúan en torno a los 5,50 euros, mientras que otras han rebasado los 6.

Pero el aumento no se detiene ahí. Los cigarros y cigarritos, que hasta ahora mantenían una presencia más moderada en cuanto a precios, también experimentan subidas significativas. Algunos modelos alcanzan los 9 euros, mientras que los más exclusivos pueden dispararse hasta los 20 euros por unidad. E incluso hay envases de gama alta que han llegado a los 195 euros. En el caso del tabaco para pipa, los nuevos precios marcan una media de 16 euros por unidad de venta.

El tabaco de liar, opción preferida por quienes buscaban un consumo más económico, tampoco se salva. Aunque en menor proporción, también ha sufrido un encarecimiento que lo sitúa cada vez más cerca del precio de los cigarrillos convencionales. Este movimiento de precios, además de alinearse con las políticas sanitarias, también responde a una tendencia europea en la que el tabaco se convierte en un producto cada vez más caro, independientemente de su formato.

Más restricciones con la nueva ley antitabaco

En paralelo a este incremento, el Ministerio de Sanidad prepara una profunda reforma legal que ampliará significativamente los espacios libres de humo. Así lo ha confirmado la ministra Mónica García, quien ha adelantado que se prohibirá fumar en lugares como terrazas de bares y restaurantes, discotecas al aire libre, vehículos de trabajo y campus universitarios.

Además, se contempla la implementación del empaquetado neutro o genérico, una medida que ya se ha aplicado en otros países con resultados positivos. Esto implicará que todas las cajetillas tendrán el mismo diseño, sin logotipos ni colores distintivos, reduciendo así el poder de atracción de las marcas. Aunque inicialmente se pensó incluir esta medida en un real decreto sobre productos alternativos como cigarrillos electrónicos y bolsas de nicotina, finalmente se optó por darle rango de ley, lo que refuerza su alcance y aplicación.

Estas medidas están inspiradas en estrategias similares llevadas a cabo en países como Australia o Francia, donde se ha comprobado que la combinación de precios elevados y empaquetado neutro contribuye a disminuir el número de fumadores, especialmente entre los jóvenes. En España, la apuesta es ambiciosa y pretende marcar un antes y un después en la forma de abordar el tabaquismo como problema de salud pública.

España sigue por debajo de Europa en precios, pero el margen se estrecha

A pesar de esta última subida, España continúa siendo uno de los países europeos donde el tabaco es más barato. En naciones como Irlanda, Francia, Finlandia o Alemania, el precio de una cajetilla puede superar con facilidad los 10 euros. Esta diferencia ha hecho durante años que el mercado español sea atractivo para los fumadores, tanto nacionales como turistas, y también ha dado pie a prácticas como el contrabando en zonas fronterizas.

No obstante, el margen comienza a estrecharse. El progresivo encarecimiento del producto en los últimos años, junto con las restricciones en los espacios públicos y la reducción de publicidad, indican un cambio de rumbo cada vez más alineado con las políticas antitabaco de nuestros vecinos europeos. El Gobierno ha dejado claro que no se trata de una medida puntual, sino de una estrategia sostenida a largo plazo que busca transformar los hábitos de consumo de forma estructural.

Con todo, los nuevos precios y medidas no sólo afectan a los fumadores actuales. También envían un mensaje claro a los más jóvenes, que a menudo inician el consumo atraídos por el marketing o la accesibilidad económica. Al encarecer el producto y eliminar su valor estético, se espera reducir el número de nuevos fumadores y facilitar que quienes ya lo son encuentren un motivo más para dejarlo.

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