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¡Inviertiendo en cisnes blancos!

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Los 10 cisnes negros que esperan las Bolsas en un 2021 que seguirá marcado por el Covid-19

“No sé lo que pasará mañana, pero sé lo que ocurrió ayer y lo que ocurre hoy, y eso ya es mucho.” André Kostolany

Un cisne negro es un suceso aleatorio, estadísticamente improbable. Algo fascinante para nosotros como seres humanos, tal vez por ese maravilloso don que poseemos llamado inteligencia. Razonar forma parte de nuestra propia naturaleza, y es uno de los principios empíricos de Descartes, definido por la archiconocida frase ‘cogito ergo sum’. Sin embargo, si pensar es una virtud, pensar en exceso es un defecto que muchos tenemos, el cual nos dirige directamente a uno de los sesgos más conocidos de la especie humana: el sesgo predictivo.

Esas ansias locas por saber tienen lógica cuando tratamos de conocer nuestro presente, y sentido cuando tratamos de avanzar sobre el conocimiento habido. Pero es toda una losa cuando miramos al futuro, puesto que dicho sesgo predictivo suele condicionar nuestra toma de decisiones. Tal vez por eso nos empeñemos en tratar de adivinar cuál será el próximo cisne negro; un tanto absurdo teniendo en cuenta que precisamente la esencia de un cisne negro es la propia impredictibilidad, siempre en su esencia aleatorio e improbable. 

El sesgo predictivo es dañino per se, pero en la Bolsa te ejecuta. Las decisiones que tomamos en los mercados conllevan riesgos absolutamente asimétricos. Como ‘Traders’ profesionales ponemos en riesgo cantidades elevadas de capital, fruto del esfuerzo y sacrificio de muchos años de trabajo. Esos riesgos se multiplican de manera exponencial cuando uno no entiende muy bien lo que hace y se deja llevar.

Así pues, si entendemos que la lógica de asumir riesgos parte con cierta ventaja cuando los comprendemos, ¿no es más simple centrarse en el presente y en el pasado, para evitar el dichoso sesgo predictivo? Créanme si les digo que en Blackbird nos centramos en los ‘cisnes blancos’, sucesos estadísticamente muy probables, puesto que muchas veces lejos de lo que pueda parecerles, la forma más simple de no meterte en problemas, ¡es evitarlos! Obviedad para muchos olvidada. 

Cisnes blancos

Y de hermosos ‘cisnes blancos’ estamos rodeados en los mercados. Finalmente parece que el sentido común se ha apoderado de la sociedad y las buenas noticias no cesan en su empeño de levantar nuevamente a Mr. Market, que viene arrastrándose desde el pesimismo absoluto. Por un lado, nos encontramos con la rueda de prensa de Christine Lagarde, continuista en cuanto a su mensaje reformista y con indicios positivos sobre la recuperación económica. Según el BCE hemos tocado fondo en cuanto a la desaceleración, y lo que parece la solución definitiva en cuanto al BREXIT y a la guerra comercial, son puntos muy favorables para pensar una vez más, que más allá de las previsiones lo que impera es un presente que ha despejado los nubarrones que penalizaran a los mercados europeos durante 2018.

Compañías cíclicas en sectores como autos o el químico han sufrido de lo lindo con caídas del orden del -60% en excelentes compañías como Bayer, Covestro, BMW, Renault, ThyssenKrupp o Continental, citando solamente algunas de ellas. Esta disparidad, junto con el desplome del sector bancario, ha dividido el mercado entre compañías de presente a precios caros y compañías de futuro a precios absurdos. Con este escenario me planteo un 2020 esperanzador para los mercados cotizados, que liderados por la posible solución definitiva del BREXIT y la guerra comercial, podrían abanderarse por compañías tradicionales y de valor, en busca de una normalización del mercado bursátil más irracional y absurdo de los últimos 50 años.

Con la Libra retomando el camino alcista tras romper resistencias que han venido lastrando su cotización durante los últimos tres años, y las bolsas americanas y europeas en un proceso de gran convergencia, los Bancos españoles rompieron resistencias la semana pasada, marcando de ese modo un camino esperanzador para un IBEX35 que de confirmar niveles de cotización por encima de los máximos actuales abriría las puertas a un mercado alcista que a tenor de lo que ha sucedido en otras ocasiones a lo largo de la historia, debería tener continuidad con subidas sustancialmente importantes. Como decía el gran Trader André Kostolany, no podemos saber qué sucederá mañana, pero sí sabemos lo que ocurrió ayer y lo que está sucediendo hoy, y créanme que eso es suficiente para jugar nuestras cartas con ventaja. Así que, en lo que a mi respecta ¡que abran juego! 

Gisela Turazzini, CEO, Blackbird Broker

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