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El INSS confirma el cambio de normas: lo que vas a cobrar de tu pensión si has cotizado 15 años

Durante décadas, miles de trabajadores en España se han dedicado a su vida laboral con la esperanza de una jubilación tranquila, respaldada por la pensión pública. Sin embargo, la normativa cambia, los requisitos se ajustan y no todos logran acumular los años de cotización necesarios para obtener el 100% de su pensión. Esto ha llevado a muchas personas a preguntarse: ¿qué pensión voy a tener si sólo he cotizado 15 años? El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) ha actualizado las condiciones y ha aclarado los nuevos márgenes que afectan directamente a quienes están en esta situación.

En estos tiempos en los que la precariedad laboral ha sido una constante para muchas personas, llegar a los 15 años de cotización puede parecer poco, pero para otros ha supuesto un esfuerzo continuo. La buena noticia es que, aunque no se cumpla con el total exigido para la pensión completa, sí existe derecho a una pensión contributiva parcial. Además, en los casos más delicados, también se contemplan ayudas no contributivas que garantizan un ingreso mínimo para personas mayores en situación de necesidad. La clave está en conocer bien los requisitos, calcular correctamente los años cotizados y entender qué tipo de prestación corresponde según cada caso. A continuación te explicamos, qué puedes esperar de tu pensión si has cotizado 15 años, o incluso menos, y qué vías existen para asegurar cierta tranquilidad económica durante la jubilación.

Lo que vas a cobrar de tu pensión si has cotizado 15 años

La Seguridad Social establece que, para acceder a la pensión contributiva de jubilación, es necesario haber cotizado al menos 15 años, uno de los cuales debe estar comprendido dentro de los 15 anteriores al momento de solicitar la jubilación. Este periodo es el mínimo legal para acceder a cualquier pensión contributiva. Cumpliendo este requisito, puedes jubilarte a los 66 años y 6 meses, salvo que hayas cotizado 38 años o más, en cuyo caso podrías hacerlo a los 65.

Sin embargo, cotizar el mínimo no te garantiza la pensión completa. Si sólo tienes esos 15 años, el porcentaje que te corresponde es el 50% de tu base reguladora, que es la media de tus bases de cotización durante los últimos años de trabajo (actualmente se cuentan 25 años). Es decir, no hay una cantidad fija para todos, sino que depende de lo que hayas cotizado. En general, con este tiempo cotizado, tu pensión será muy modesta, y en muchos casos no alcanzará el umbral de ingresos suficiente para vivir sin otras ayudas complementarias.

¿Y si no llegas a cotizar los 15 años mínimos?

Aquí es donde entran en juego las pensiones no contributivas, gestionadas por el IMSERSO. Esta ayuda está pensada para quienes no han alcanzado el mínimo de cotización y no tienen ingresos suficientes. No se trata de una pensión como tal derivada del trabajo, sino de una prestación de carácter asistencial, garantizada por el Estado para proteger a las personas mayores que se encuentran en situación de vulnerabilidad.

Para acceder a esta pensión no contributiva, debes tener más de 65 años, haber residido en España al menos 10 años (dos de ellos justo antes de pedir la ayuda) y acreditar falta de recursos económicos. Es decir, no basta con no haber trabajado lo suficiente: también se tienen en cuenta los ingresos y el número de personas con las que convives. Por ejemplo, si vives sólo, no puedes superar los 7.250,60 euros anuales. Pero si vives con tu pareja o tus hijos, los límites suben significativamente.

¿Cuánto se cobra si no tienes pensión contributiva?

En 2024, la cuantía básica de la pensión de jubilación no contributiva se sitúa en 517,90 euros al mes, con 14 pagas al año. Es decir, dos de esas mensualidades son pagas extra. En total, supone un ingreso anual de 7.250,60 euros, cantidad que puede incrementarse ligeramente en algunos casos específicos, como en personas con discapacidad o situaciones familiares especiales.

Eso sí, es importante tener en cuenta que este tipo de pensión debe renovarse periódicamente y está sujeta a revisión, sobre todo si cambia tu situación económica o familiar. Por tanto, conviene estar al tanto de los plazos y mantener la documentación actualizada.

Otras ayudas compatibles o alternativas

Tanto si tienes derecho a pensión contributiva parcial como si accedes a una no contributiva, es posible que también puedas beneficiarte de otras ayudas sociales que complementen tus ingresos. Algunas comunidades autónomas ofrecen rentas mínimas o complementos de pensión, especialmente dirigidas a personas mayores que no alcanzan el salario mínimo vital. También hay bonificaciones en el pago del alquiler, descuentos en el transporte público o ayudas energéticas que pueden aliviar bastante el día a día.

Además, si vives con familiares, los límites de ingresos para recibir la pensión no contributiva aumentan, lo que permite que más personas accedan a ella. Por ejemplo, en una familia de cuatro personas, el umbral se eleva hasta los 22.476,86 euros. Y si convives con padres o hijos, los límites son todavía más altos, pudiendo llegar a más de 56.000 euros anuales en hogares de cuatro personas.