IPC

La inflación sube ya un 4% más que los salarios y castiga a las clases más desfavorecidas

Carlos Ribagorda

El alza del precio de la electricidad y, en menor medida, de los carburantes ha disparado la inflación y en octubre se sitúa ya en el 5,5%, la mayor cifra desde septiembre de 1992, según el dato adelantado de octubre del INE publicado este jueves. La primera consecuencia de esta subida del IPC, conocido como el impuesto de los pobres, es el impacto que tiene sobre el poder adquisitivo de los ciudadanos, que en su mayoría no están viendo elevado su salario al mismo ritmo. En concreto, los salarios fijados por convenio han crecido un 1,46% hasta la fecha, cuatro puntos menos que el IPC.

La inflación tan alta destroza la economía de las personas más desfavorecidas, las que tienen un salario más bajo y ven limitada su capacidad de compra. Porque, según los datos del INE, la inflación subyacente, a la que tradicionalmente se agarran los gobiernos para limitar las críticas y no alarmar a los ciudadanos, también está ya por encima de la previsión del Ejecutivo: 1,4% frente al 0,9% de previsión de IPC general.

Los alimentos suben, al margen de la energía, y los productos ligados al coronavirus -una nueva división que ha creado el INE temporalmente- se han elevado algo más del 16%. Mientras los salarios se mantienen estables o suben de media un 1,46%.

La consecuencia es que una buena parte de la sociedad retrae sus compras y el consumo interno baja. Y, al caer el consumo, la actividad económica se hunde y el PIB sufre. Salidas a restaurantes, al cine, viajes… El consumo interno ha sido hasta ahora el motor de la recuperación económica en España ante la desaceleración de las exportaciones, por lo que, una vez más, las cuentas del Gobierno están en peligro. El Ejecutivo mantiene el crecimiento del PIB este año en el 6,5% frente a todos los organismos nacionales e internacionales que lo rebajan incluso hasta el 5%.

Sánchez habla del paro, calla del IPC

El Gobierno confía en que los datos de empleo publicados también este jueves sirvan para dar un impulso a la economía. El paro ha bajado en 127.000 personas en el tercer trimestre y la tasa queda en el 14,7%. De hecho, el presidente Pedro Sánchez ha lanzado un mensaje a través de sus redes sociales sobre el paro pero ha guardado silencio sobre el mayor dato de inflación en 29 años. «Todos los indicadores económicos reflejan la buena marcha de la recuperación en España según la EPA. ¡Seguimos!», ha dicho.

Otra de las consecuencias del alza de la inflación para los ciudadanos es la pérdida de valor de los ahorros. En estos momentos, según el Banco de España, las familias españolas tienen en depósitos bancarios 940.600 millones de euros, y en septiembre ha subido en otros 700 millones. Estos ahorros se deben principalmente a que las familias no han podido salir durante la pandemia por las restricciones. Con el paso del tiempo, y con la inflación en el 5,5% y los tipos de interés en el 0%, el dinero que tienen las familias en el banco va perdiendo valor: 1.000 euros guardados en el banco a principio de año tendrían un valor ahora de 945 euros.

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