El regulador del mercado analiza si la Sepi tiene que lanzar una OPA sobre Indra

La incontinencia verbal de Oughourlian y el FCAS disparan a Indra en Bolsa bajo el escrutinio de la CNMV

Oughourlian Indra
Josep Oughourlian, presidente de Prisa y accionista de Indra. CARLOS ROSILLO

La incontinencia verbal de Joseph Oughourlian, dueño del fondo Amber Capital y presidente de Prisa, y los avances del proyecto del futuro avión caza europeo, el FCAS, han disparado en Bolsa a Indra. Todo bajo la atenta mirada de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que analiza si la Sepi debe lanzar una OPA sobre la multinacional española de defensa y tecnológica.

El grupo presidido por Marc Murtra cerró el viernes a 10,55 euros por acción tras subir un 4,77%, después de que el jueves, como informó este periódico, la francesa Dassault confirmara su apoyo al proyecto del FCAS, en el que Indra ha sido designada compañía coordinadora de la participación española.

El despegue en Bolsa de Indra comenzó a principios de la pasada semana, después de que Oughourlian concediera una entrevista a la agencia Bloomberg y manifestara que estaba presionando para que Indra se escindiera en dos compañías, una Minsait -con el negocio tecnológico- y otra que agrupara la actividad de defensa.

Las declaraciones del presidente de Prisa, accionista también de Indra a través de Amber, con el 5,13% del capital, hicieron subir durante la semana el valor de la compañía en Bolsa más de un 6%.

Que Oughourlian tiene predisposición a hablar en alto lo saben ya bien en Indra y en la CNMV. Sus declaraciones en la Junta celebrada por la multinacional española el pasado mes de junio, que se saldó con la salida de la mayoría de los consejeros independientes de la compañía, han propiciado una investigación del regulador del mercado.

«Amber Selective [fondo de Oughourlian] quiere poner de manifiesto que en estos últimos días ha informado a determinados accionistas significativos de la sociedad de su intención de proponer a esta Junta General determinados acuerdos en relación con la composición del Consejo de Administración (…)», dijo en la Junta el presidente de Prisa.

En opinión de los antiguos consejeros independientes de Indra, esas palabras de Oughourlian ya muestran por sí solas la existencia de una concertación entre accionistas. Desde entonces, la CNMV investiga si efectivamente hubo concertación; de concluir que sí la hubo, obligaría a la Sepi (primer accionista de Indra, con el 28% del capital) a lanzar una oferta por el 100% de Indra.

La participación de Oughourlian

El Consejo de Ministros aprobó el pasado 16 de septiembre que el fondo de Oughourlian, que ya tenía entonces el 4,18% del capital de Indra, pueda alcanzar una participación del 9,9% (a través de Amber Capital UK y Amber Capital Italia).

De acuerdo a los registros de la CNMV, Amber tiene ahora el 5,13% del capital de Indra. Pero el regulador español publica los movimientos de los accionistas de las cotizadas solo cuando alcanzan el 10%, a partir del 3%, por lo que Amber Capital no está obligada a publicar si ya ha alcanzado o no el 9,9% permitido por el Gobierno.

Si cuando Oughourlian hizo las declaraciones que provocaron el incremento del valor de Indra en Bolsa la pasada semana teniendo ya el 9,9%, habría conseguido con sus palabras incrementar también su fortuna, al subir el precio de sus acciones en la compañía. Si todavía no hubiera alcanzado esa participación, el dueño de Amber habría encarecido el precio de las acciones que todavía puede adquirir hasta alcanzar el 9,9%.

El proyecto FCAS

Con el compromiso anunciado el jueves por el grupo Dassault de seguir apoyando el desarrollo del proyecto del futuro avión de combate europeo, se abre la puerta a la próxima fase del FCAS, clave para Indra y buena parte de la industria española de defensa y tecnológica.

El FCAS requiere de unos 100.000 millones de euros de inversión y décadas de desarrollo, en un proyecto en el que Francia (con Dassault), Alemania (con Airbus) y España participan a partes iguales.

Indra ha sido designada por el Gobierno como la compañía coordinadora del proyecto. De momento, España ha comprometido ya una inversión de 2.500 millones de euros e Indra aspira en una primera fase a contratos por valor de 500 millones.

Gracias a las manifestaciones de Oughourlian y al avance del FCAS, Indra ha recuperado en Bolsa el valor perdido en junio tras la celebración de la Junta de Accionistas, que propició fuertes pérdidas.

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