Fracaso en la gestión del cambio de modelo energético

Iberdrola paga la burocracia de Sánchez: tarda 18 meses en instalar cargadores para coches eléctricos

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Sede de Iberdrola.
Andrea Aguado
  • Andrea Aguado
  • Redactora de economía y coordinadora de OKMOTOR. Amante de las cuatro ruedas y la industria. Antes en informativos de Radio Televisión Castilla y León.

La burocracia sigue siendo una de las asignaturas pendientes del Gobierno de Pedro Sánchez y podría comprometer una transición energética justa hacia un modelo de ‘cero emisiones’ en los próximos años. Iberdrola ha sido una de las compañías que ha sufrido la montaña de papeles que hay que entregar a la administración pública y calcula que en instalar un punto de recarga para vehículos eléctricos se tarda entre 12 y 18 meses por las trabas de oficina. Ante esta situación de poco sirven las ayudas que ha puesto en marcha el Ejecutivo para incentivar la demanda de coches verdes, como el plan Moves III, o el esfuerzo que hacen las empresas para cumplir con las exigencias de Bruselas.

Según confiesan fuentes conocedoras de la situación: «Iberdrola, una de las empresas a la vanguardia de las energías renovables y la lucha por el cambio climático, tarda entre 12 y 18 meses en instalar un punto de recarga para vehículos eléctricos por los trámites que hay que realizar para poner en marcha este tipo de infraestructuras». «Ya no sólo hay que realizar trámites con el Gobierno, también con las distintas comunidades autónomas o consistorios», recalcan. Algo que tiene como resultado un país con una débil red de recarga y hace que España se sitúe a la cola de Europa.

Otras fuentes destacan que «el coche eléctrico no termina de despuntar en el mercado por la falta de confianza del consumidor ante la escasez de puntos de recarga, un problema al que también hay que sumar el elevado precio de los vehículos y la falta de ayudas que, pese a la puesta en marcha del plan Moves III, están muy lejos de las que ha puesto en marcha los gobiernos de Alemania, Francia o Italia».

Mientras, la compañía de Ignacio Sánchez Galán no frena su plan de movilidad sostenible y prevé la instalación de 150.000 cargadores eléctricos en hogares, empresas y en la vía pública. Para ello, Iberdrola ha completado ya más de 50 acuerdos de despliegue de infraestructura con administraciones, instituciones, empresas, estaciones de servicio, concesionarios y fabricantes de vehículos. El último con First Stop para desplegar una red de recarga eléctrica pública en España y Portugal de más de 50 puntos de recarga para vehículos eléctricos.

Problemas para pedir las ayudas

No es el único problema con el que se están encontrando las empresas energéticas a la hora de desplegar nuevos puntos de recarga. La burocracia también se ha convertido en una de las principales barreras para solicitar los programas de incentivos ligados a la movilidad eléctrica. En este caso Repsol, asegura en conversaciones con OKDIARIO, que «solicitar las ayudas Moves III para instalar nuevos puntos de recarga supone hacer frente a grandes trabas administrativas, ya que tienes que solicitar región por región y esto ralentiza la llegada de las subvenciones».

La compañía que dirige Josu Jon Imaz ha solicitado las ayudas estatales para acceder al plan de incentivos para la instalación de puntos de recarga dotado de 1.100 millones de euros, tal y como avanzó este diario. Repsol presentó una manifestación de interés en el ámbito de las medidas facilitadoras del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE).

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