Crisis empresarial

Grifols se desploma en Bolsa por una demanda colectiva y las dudas de Brookfield que adelantó OKDIARIO

Grifols, Bolsa
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Nuevo día negro de Grifols en Bolsa: su cotización cae más del 6% hasta la zona de 8,2 euros. Detrás de esta caída se encuentra, por un lado, una demanda colectiva contra la compañía presentada en Estados Unidos, y por otro, la información que publica este martes OKDIARIO sobre las irregularidades contables que está encontrando Brookfield y que ha difundido Gotham City en redes sociales.

El bufete de Los Ángeles The Schall Law Firm presentó la pasada madrugada una demanda colectiva (lo que se conoce como class action) contra la biofarmacéutica basándose en las irregularidades y el posible fraude contable denunciados en sucesivos informes por el fondo bajista Gotham City. Esta demanda puede suponer un nuevo quebranto para los resultados de la empresa, que, aunque está en beneficios, sigue registrando salidas de caja (tiene caja negativa).

Como es sabido, estos informes han provocado el hundimiento de Grifols en Bolsa en casi un 50% en 2024 y han forzado varias reformulaciones de sus cuentas.

La primera de estas reformulaciones, exigida por la CNMV en abril, le obligó a contabilizar su deuda de otra forma, lo que implica reconocer 1.000 millones más a nivel del grupo consolidado y elevar su ratio de endeudamiento a 8,4 veces el Ebitda (beneficio operativo bruto). La segunda llegó el 30 de junio, esta vez exigida por su nuevo auditor, Deloitte, y se tradujo en una reducción de su beneficio de 2023 en 17 millones y una rebaja de su patrimonio neto en 457 millones.

Este conjunto de problemas contables ha sembrado la desconfianza sobre Grifols entre los inversores y ha motivado que Moody’s deje de calificar su solvencia por falta de información fiable por parte de la compañía.

Para tratar de recuperar esa confianza, la compañía ha renovado su cúpula con el nombramiento de un nuevo consejero delegado y con la pérdida de funciones ejecutivas de los miembros de la familia fundadora. Estos intentos han sido infructuosos y, por eso, la familia ha buscado aliarse con el fondo canadiense Brookfield para lanzar una OPA de exclusión.

A raíz de este acuerdo, este fondo ha iniciado el proceso habitual de due diligence (revisión en profundidad de las cuentas), proceso en el que está encontrando nuevas irregularidades, sobre todo en la contabilización de su filial china Shanghai RAAS, de la que recientemente ha vendido un 20% por 1.600 millones.

El propio fondo Gotham se hace eco este martes de la información de OKDIARIO que revela estos nuevos contratiempos, lo que también alimenta el nuevo desplome de Grifols en Bolsa:

 

Estas irregularidades que está encontrando Brookfield se refieren a la forma de contabilizar esta participación (y posiblemente otras) y los resultados provenientes de la misma que consolida Grifols. Según fuentes conocedoras de la situación, el problema es que en algunas filiales se usan criterios contables diferentes a los que se exigen en Europa, por lo que no deberían aplicarse en las cuentas consolidadas.

Estas cuestiones pueden provocar que Brookfield se eche atrás y no lance finalmente la OPA, o bien que rebaje el precio muy por debajo de los 12 euros por acción que esperan los accionistas de Grifols y la banca de inversión. Asimismo, le dará más fuerza para hacerse con el control de la gestión de la empresa, algo que la familia Grifols quiere mantener y que es otro punto de fricción con el fondo, como también informó OKDIARIO.

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