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Los grandes bancos provisionan 12.000 millones en el primer semestre para afrontar el coronavirus

Los seis grandes bancos cotizados del país han realizado hasta junio provisiones conjuntas por valor de 12.000 millones de euros para afrontar el impacto del coronavirus. Este escenario de prudencia para proteger el balance les ha llevado en algún caso a registrar pérdidas históricas en el primer semestre, y a prever incluso cerrar el año en números rojos.

Las decisiones adoptadas han llevado a la entidad presidida por Ana Botín a entrar en ‘números rojos’ por primera vez en su historia, incurriendo en una pérdida atribuida de 10.798 millones de euros durante los primeros seis meses de 2020.

Banco Santander ha dotado 7.030 millones de euros para hacer frente al deterioro del valor de los activos financieros por los efectos derivados del covid-19. Además, también ha impactado una actualización de los fondos de comercio de sus inversiones y de los activos fiscales diferidos (DTAs) de 12.600 millones, lo que ha generado un cargo extraordinario sin efecto en caja. Este ajuste no afecta a la liquidez, al riesgo de crédito ni a la ratio de capital CET1.

Algo similar ha hecho BBVA, entidad que se ha anotado pérdidas por 1.157 millones de euros durante el primer semestre de este año. El banco liderado por Carlos Torres ha realizado dotaciones por 2.104 millones de euros, de las que 1.460 millones se aplicaron en el primer trimestre y 644 millones en el segundo, que se unen al ajuste del fondo de comercio de Estados Unidos por 2.084 millones de euros contabilizado en el primer trimestre.

Resto de bancos

En cuanto al resto de bancos, CaixaBank ha cerrado el primer semestre con un beneficio atribuido de 205 millones de euros, un 67% menos respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, tras realizar en estos seis primeros meses una provisión extraordinaria de 1.155 millones de euros por el impacto de la crisis sanitaria.

La entidad comandada por Jordi Gual realizó una provisión de 400 millones de euros en los tres primeros meses del ejercicio actual, a los que se han sumado otros 755 millones en este segundo trimestre.

Bankia ha registrado un beneficio neto de 142 millones de euros durante la primera parte de 2020, un 64% inferior al obtenido hace un año, debido a las provisiones para hacer frente a posibles contingencias como consecuencia de la situación generada por el coronavirus.

El banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri ha efectuado una dotación de provisiones de carácter extraordinario de 185 millones que, sumados a los 125 millones del primer trimestre, alcanzan los 310 millones.

Banco Sabadell ha cerrado con ganancias atribuidas de 145 millones de euros hasta junio, un 72,7% menos respecto al mismo periodo del año pasado tras destinar 1.089 millones de euros a provisiones por la actualización de los modelos de la normativa contable IFRS9 que incorporan los nuevos escenarios macroeconómicos por el Covid-19.

Bankinter ha registrado un beneficio neto de 109,1 millones de euros en el primer semestre de este año, lo que supone un descenso del 64,7% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, debido a las provisiones extraordinarias de 192,5 millones de euros para afrontar el cambio de escenario macroeconómico y por la ausencia de los extraordinarios de 2019.

El esfuerzo, hecho

La mayoría de los bancos creen que la gran parte de las dotaciones ya está hecha, sobre todo una vez pasado este segundo trimestre del ejercicio, en el que se enmarca el impacto más fuerte de la enfermedad.

Los bancos reconocen que todavía hay muchas incertidumbres, por lo que la situación y la evolución de la pandemia tendrá que seguir vigilándose muy de cerca y ver qué pasa con los confinamientos. En suma, continuarán siendo muy cautos, pero dan por hecho que la mayor parte de las dotaciones por Covid ya se han realizado.

A pesar de las medidas impulsadas por los distintos gobiernos como las moratorias hipotecarias o créditos al consumo, así como las garantías públicas sobre financiación empresarial, se anticipa que se producirá un significativo incremento de las ratios de mora y un deterioro de la calidad de los balances.