Energía

El Gobierno retrasó el envío a Bruselas del tope al gas porque no cumplía la rebaja prometida por Ribera

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Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

El enorme retraso en la aprobación del tope al gas por Bruselas -75 días después de que Pedro Sánchez anunciara la «excepción Ibérica»- se debe a que, con la información remitida por las eléctricas, no salía ni de lejos el descuento prometido en la factura de la luz (incluso algunas fuentes aseguran que el efecto neto era una subida del precio en vez de una bajada). Por eso, el Gobierno lo ha retrasado todo lo posible para dar tiempo a que la compensación a las gasistas se reparta entre más consumidores.

Así lo confirman varias fuentes ministeriales no oficiales. Como es sabido, las centrales que generan electricidad con gas (ciclo combinado) deben ser compensadas por la diferencia entre el nuevo tope (50 euros como media) y el precio del gas en los mercados. Esta compensación la pagarán los consumidores que tengan tarifa regulada, pero no por los del mercado libre -los que tienen un contrato a plazo con precio fijo-, salvo los que renueven su contrato a partir del 26 de abril. Por tanto, cuanto más tiempo pase, la compensación se reparte entre más clientes y el efecto neto de la rebaja de la factura es mayor.

Las fuentes explican que, con los datos recolectados por el Gobierno de las eléctricas, el impacto neto de la rebaja por el tope al gas menos la compensación a las gasistas se quedaba muy lejos de los descuentos prometidos por la ministra Teresa Ribera: primero dijo que sería del 30% y después lo rebajó hasta el 15%. Incluso es posible que dicho efecto neto fuera «a pagar», es decir, que la luz subiera en vez de bajar, según algunas de estas fuentes.

Bruselas recibió la documentación de España en torno al 20 de mayo, 60 días después del citado anuncio de Pedro Sánchez y 11 días después de la publicación del Real Decreto que aprobaba este tope, del 13 de mayo. No obstante, no aparece en el registro oficial de la Comisión Europea. Tras la aprobación del miércoles, Ribera espera que entre en vigor el día 15.

Desde esa fecha hasta el 8 de junio, la versión oficial sostiene que el retraso es achacable a Portugal, ya que su Decreto -remitido el día 23 de mayo- tenía un problema técnico que podía crear problemas jurídicos y tumbar la medida en los tribunales. En resumidas cuentas, la norma debía decir que la compensación al gas la pagarán los consumidores que renueven (con nuevo precio) o prorroguen (con el mismo precio) su contrato, pero esta última figura no existe en Portugal. El país vecino aclaró el martes que su norma incluye ambos casos, pero expertos consultados por OKDIARIO aseguran que lo podía haber subsanado en 24 horas.

El párrafo del Real Decreto que destapa la maniobra

En todo caso, las fuentes aseguran que el retraso de la aprobación no puede atribuirse exclusivamente a este problema de Portugal, sino que la verdadera razón es que no salían las cuentas del Ejecutivo español.

Un claro indicio de esta cuestión aparece en el propio Real Decreto del 13 de mayo. Su artículo 8.4 obliga a las eléctricas a remitir las cifras de clientes del mercado regulado y del libre de forma mensual. Pero añade: «Excepcionalmente, para el primer y segundo mes de aplicación del mecanismo de ajuste, la periodicidad de maduración de las coberturas a que hacen referencia los párrafos anteriores se remitirá con periodicidad semanal y quincenal, respectivamente».

La razón de este envío semanal durante el primer mes es precisamente tener cifras muy actualizadas de los consumidores que prorroguen o renueven su contrato, para poder cobrarles cuanto antes la compensación al gas y así maximizar la rebaja del precio de la luz.

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