Los expertos lo explican: qué hacer si no te conceden la incapacidad permanente
Todos los pasos a seguir en el caso de que no te hayan concedido la incapacidad permanente y quieras reclamar
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Solicitar una incapacidad permanente es un proceso complejo que tiene como objetivo garantizar que las personas con limitaciones de salud significativas puedan recibir una compensación económica por la imposibilidad de seguir desempeñando su trabajo. Sin embargo, no siempre el resultado es favorable, y muchas veces la Seguridad Social decide denegar esta solicitud y no te conceden la incapacidad permanente.
Si estás en esta situación, es fundamental saber que no todo está perdido. La denegación de la incapacidad permanente no significa el fin de tus derechos, sino el inicio de una serie de pasos que pueden ayudarte a impugnar esta decisión y defender tu caso. A continuación, te explicamos paso a paso, qué hacer si no te conceden la incapacidad permanente, pero además es importante entender el porqué es posible que te la hayan denegado, aunque tienes que saber antes que nada que puede deberse a diferentes motivos. En muchos casos, los Equipos de Valoración de Incapacidades (EVI) determinan que el solicitante no cumple con los criterios médicos necesarios para ser declarado incapaz. Esto puede ocurrir incluso cuando la persona sigue enfrentando dificultades importantes para desarrollar su actividad laboral habitual.
Otro motivo frecuente es la falta de documentación o pruebas médicas concluyentes. En ocasiones, un informe incompleto o la ausencia de pruebas clave puede llevar a que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) emita una resolución desfavorable. Sin embargo, es importante recordar que esta decisión puede ser revisada y, en algunos casos, revertida.
Qué hacer si no te conceden la incapacidad permanente
Si la resolución de la Seguridad Social el que no te conceden la incapcidad permanente e incluye un alta médica, el trabajador debe reincorporarse a su puesto de trabajo al día siguiente de recibir la notificación. Este paso es obligatorio y, si no se cumple, puede ser considerado como una falta injustificada, con consecuencias que van desde sanciones económicas hasta el despido.
Es importante destacar que la reincorporación al trabajo no significa que debas abandonar la idea de reclamar tu incapacidad permanente. Aunque estés trabajando, puedes iniciar los trámites necesarios para impugnar la decisión del INSS. Estos trámites se realizan en varias fases, y cada una de ellas tiene plazos específicos que deben cumplirse estrictamente.
Presenta una reclamación previa
El primer paso una vez sepas que no te conceden la incapacidad permanente es presentar una reclamación previa. Este procedimiento administrativo es esencial, ya que constituye un requisito obligatorio antes de acudir a la vía judicial. El objetivo de esta reclamación es solicitar al INSS que reevalúe la decisión tomada, aportando pruebas adicionales o aclaraciones que respalden tu caso.
El plazo para presentar esta reclamación es de 30 días hábiles desde la notificación de la denegación. Es fundamental reunir toda la documentación médica que pueda demostrar que tu estado de salud afecta de manera significativa tu capacidad laboral. Esto incluye informes médicos, resultados de pruebas diagnósticas, certificados de especialistas y cualquier otro documento relevante.
Si la resolución del INSS tras la reclamación previa es favorable, se reconocerá el grado de incapacidad solicitado. En caso contrario, será necesario dar el siguiente paso: acudir al Juzgado de lo Social.
Acudir a la vía judicial
Cuando la reclamación previa no tiene éxito, el siguiente paso es presentar una demanda ante el Juzgado de lo Social. Este proceso debe realizarse dentro de un plazo de 30 días hábiles desde la notificación de la resolución de la reclamación previa. En este punto, es imprescindible contar con la asistencia de un abogado especializado en derecho laboral y seguridad social.
El juicio es una oportunidad para presentar todas las pruebas médicas y testimonios que respalden tu caso. Es crucial contar con documentación sólida, como informes médicos exhaustivos, resonancias, radiografías y cualquier prueba que demuestre la gravedad de tu situación. Además, es recomendable que un médico perito emita un informe que refuerce tu posición.
En caso de que el juez falle a tu favor, se te reconocerá la incapacidad permanente y el grado correspondiente. Si el fallo no es favorable o no se concede el grado de incapacidad solicitado, aún queda una opción: interponer un recurso.
Recurrir al Tribunal Superior de Justicia
Si la sentencia judicial no resulta favorable, puedes presentar un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia correspondiente. Este proceso es más complejo y debe ser evaluado cuidadosamente por tu abogado. Es fundamental que las pruebas presentadas sean contundentes, ya que este tribunal revisará todos los aspectos legales y médicos del caso.
Aunque este recurso no garantiza un resultado positivo, es una herramienta valiosa para defender tus derechos. En este punto, contar con un equipo legal especializado puede marcar la diferencia entre obtener la incapacidad permanente o agotar todas las vías sin éxito.
¿Qué hacer si no puedes reincorporarte al trabajo?
La reincorporación al trabajo después de una denegación no siempre es factible. Aunque la Seguridad Social considere que estás apto para trabajar, es posible que tus condiciones físicas o psicológicas no te lo permitan. En estos casos, existen algunas alternativas que pueden ayudarte:
- Solicitar las vacaciones acumuladas: durante el periodo de incapacidad temporal, se generan días de vacaciones que no se han disfrutado. Puedes solicitarlos para ganar tiempo mientras decides los próximos pasos.
- Pedir un reconocimiento médico: según la normativa laboral, las empresas están obligadas a garantizar la vigilancia de la salud de sus trabajadores. Puedes solicitar un reconocimiento médico para evaluar tu estado de salud y determinar si estás en condiciones de seguir trabajando.
- Explorar otras ayudas económicas: si no puedes reincorporarte al trabajo y necesitas apoyo financiero, consulta las opciones disponibles, como subsidios o ayudas específicas para trabajadores en situación de incapacidad.
Recomendaciones finales para reclamar la incapacidad permanente
Para maximizar tus posibilidades de éxito, es importante tener en cuenta estas recomendaciones:
- Actúa dentro de los plazos legales: los plazos para presentar reclamaciones, demandas y recursos son estrictos. No los dejes pasar.
- Reúne toda la documentación posible: los informes médicos detallados son esenciales para demostrar la gravedad de tu situación.
- Busca asesoramiento especializado: un abogado experto en incapacidad laboral puede ayudarte a gestionar el proceso de manera efectiva y evitar errores comunes.
- No abandones tu puesto de trabajo: nientras dure el proceso, cumple con tus obligaciones laborales, ya que cualquier ausencia injustificada podría perjudicar tu caso.
La denegación de una incapacidad permanente puede ser un golpe duro, pero no es el final del camino. Aunque el proceso para reclamar puede ser largo y complejo, existen herramientas legales que permiten defender tus derechos y demostrar que mereces esta prestación. Con la estrategia adecuada y el apoyo de profesionales, puedes superar los obstáculos y obtener el reconocimiento que necesitas para garantizar tu bienestar y calidad de vida.