Economía
Baja laboral

Esto es lo que te puede pasar si tu empresa te pilla fingiendo una baja laboral: muy atento

¿Alguna vez has pensado en pedir una baja laboral sin estar realmente enfermo? Puede parecer una forma de tomarse un descanso o incluso de obtener un beneficio económico, pero las consecuencias pueden ser mucho más graves de lo que imaginas. Lo que comienza como una pequeña mentira puede desembocar en problemas legales, sanciones económicas e incluso la pérdida definitiva del empleo.

Las empresas y la Seguridad Social han intensificado sus controles para detectar bajas fraudulentas. Desde el uso de inteligencia artificial hasta la contratación de detectives privados, los mecanismos para desenmascarar este tipo de engaños son cada vez más sofisticados. Esto significa que si decides fingir una baja laboral, las posibilidades de ser descubierto son cada vez mayores. Las repercusiones de este fraude no sólo afectan a la persona que lo comete, sino que también impactan a las empresas y al sistema público de salud. Las bajas falsas generan un sobrecoste para la Seguridad Social y un problema de absentismo laboral para las empresas, lo que las lleva a tomar medidas cada vez más drásticas para evitar estas prácticas. Pero, ¿qué puede pasar realmente si te descubren fingiendo una baja laboral? Aquí te lo explicamos.

¿Qué puede pasar si tu empresa te pilla fingiendo una baja laboral?

Si un trabajador es descubierto simulando una enfermedad o lesión para obtener una baja laboral, la primera consecuencia que enfrenta es la suspensión inmediata del subsidio por incapacidad temporal. Esto significa que dejará de recibir cualquier prestación económica derivada de su supuesta enfermedad.

Pero la cosa no se queda ahí. Si la Seguridad Social determina que ha habido un fraude, el trabajador está obligado a devolver todas las cantidades que haya percibido durante el tiempo en que estuvo de baja. En algunos casos, esto puede suponer un desembolso importante, especialmente si la baja se extendió durante varios meses.

Además, si la empresa decide emprender acciones legales, el trabajador también podría enfrentarse a una indemnización por daños y perjuicios, lo que aún incrementaría más el impacto económico de la situación.

Posibles sanciones laborales

El Estatuto de los Trabajadores considera la simulación de una baja laboral como una falta muy grave. Dependiendo de la gravedad del caso y de las políticas de la empresa, las sanciones pueden ir desde la suspensión de empleo y sueldo hasta el despido procedente.

En los casos menos severos, el trabajador podría ser sancionado con la suspensión de su empleo sin salario por un periodo que puede variar entre 10 y 60 días. No obstante, si la empresa logra demostrar que la baja fue completamente fraudulenta y que hubo intención de engaño, podría justificar un despido procedente. En este caso, el trabajador perdería su empleo sin derecho a indemnización ni prestación por desempleo.

El papel de los detectives privados en la detección del fraude

Cada vez más empresas están recurriendo a detectives privados para investigar sospechas de bajas fraudulentas. Aunque pueda sonar a algo de ficción, esta es una práctica totalmente legal y, de hecho, muy utilizada en los tribunales como prueba para justificar despidos.

Los detectives recopilan pruebas mediante fotografías, vídeos y testimonios que pueden demostrar que un trabajador que dice estar enfermo está en realidad realizando actividades incompatibles con su supuesto estado de salud. Estas pruebas suelen ser determinantes para que la empresa tome medidas disciplinarias y para que los jueces fallen a favor del empleador.

Consecuencias legales

Más allá de las sanciones laborales y económicas, fingir una baja laboral puede acarrear consecuencias legales más serias. En casos extremos, el fraude puede ser considerado un delito contra la Seguridad Social. Según el Código Penal, este tipo de delitos pueden conllevar multas elevadas e incluso penas de prisión si el importe defraudado es significativo.

Si se determina que el trabajador ha obtenido prestaciones de manera fraudulenta, podría enfrentarse a sanciones penales que pueden incluir desde una multa hasta una condena de prisión de hasta seis años, dependiendo de la cuantía de lo defraudado y la reiteración del delito.

El impacto del fraude en la empresa y en la economía

Las bajas laborales fraudulentas no sólo afectan a la persona que las comete, sino que también tienen un impacto negativo en la empresa y en la economía en general.

Para la empresa, cada día de baja laboral supone un coste extra, ya que debe reorganizar tareas, contratar personal temporal o sobrecargar a otros empleados para cubrir la ausencia. Si el absentismo se convierte en un problema recurrente, puede afectar a la productividad y competitividad de la empresa.

Por otro lado, a nivel macroeconómico, estas prácticas también generan un impacto significativo en la Seguridad Social. Al incrementar artificialmente el número de bajas, se sobrecarga el sistema de prestaciones públicas, lo que reduce los recursos disponibles para aquellos trabajadores que realmente los necesitan.

En conclusión, fingir una baja laboral puede parecer una solución fácil para tomarse unos días libres o ganar un dinero extra, pero las consecuencias pueden ser devastadoras. Desde la pérdida de la prestación y la devolución del dinero hasta sanciones laborales, despidos e incluso problemas legales, las repercusiones de este fraude pueden marcar la carrera profesional de una persona.