Las editoriales RBA y Salvat huyen despavoridas del fondo ‘buitre’ Springwater

Las editoriales RBA y Salvat huyen despavoridas del fondo ‘buitre’ Springwater
Martin Gruschka, fundador de Springwater (Foto: Springwater)
María Villardón

La Sociedad General Española de Librería (SGEL), propiedad de fondo de capital riesgo Springwater, ha perdido a dos de sus mejores clientes, Salvat y RBA han decidido dejar de contar con sus servicios. Un abandono que llevará a la exfilial española de Lagardère, a tener graves problemas económicos y poner en entredicho su viabilidad. De hecho, según fuentes cercanas a la compañía, solo RBA representa el 30% de la facturación total de la distribuidora de prensa.

La Sociedad General Española de Librería (SGEL) fue comprada por el fondo Springwater, conocido como buitre en el sector, en febrero de 2016. Ahora, apenas un año y medio más tarde la compañía ha comenzado a perder clientes que son, según explican a este periódico fuentes cercanas a la distribuidora de prensa, absolutamente vitales para que SGEL siga en pie y con el pulmón financiero suficiente para seguir operando.

SGEL tiene varias unidades de negocio, entre ellas, la distribución de prensa y revistas, así como la edición y distribución de libros. Las actividades que desarrolla SGEL representan unas ventas anuales de alrededor de 280 millones de euros y un ebitda de alrededor de 8,5 millones de euros en 2015, según informaba en aquel momento en un comunicado oficial.

Fuentes cercanas a la distribuidora de prensa, aseguran a OKDIARIO que rompieron su relación comercial con SGEL porque no comparten el estilo de gestión impuesto por Martin Gruschka, el administrador único de Springwater.

La editorial Salvat fue la primera en tomar la decisión de abandonar los servicios de la Sociedad General Española de Librería (SGEL) tras décadas de relación comercial, aunque no sería el único cliente en dejar de engrosar la cartera de la distribuidora del fondo de capital riesgo. Recientemente, el editor de revistas y coleccionables RBA ha comunicado a SGEL que pone no necesitará más de sus servicios.

Fuentes cercanas a la compañía aseguran a este periódico que la pérdida de estos dos clientes, aunque tienen más, será un varapalo importante para las arcas financieras de SGEL. Según las mismas fuentes, RBA representa el 30% de la facturación total de la distribuidora de prensa.

Miedo a una ser la ‘nueva Unipapel’

Los empleados y los actuales gestores de SGEL temen que la distribuidora se convierta en la ‘nueva Unipapel’. Springwater compró la papelera para encauzarla financieramente, sin embargo, según los sindicatos de Unipapel, el fondo frenó la inversión diaria condenándola a la quiebra. Y no sólo eso, además, en el caso de Unipapel el fondo ha dejado a alrededor de 500 empleados en la calle engrosando la fila del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) para cobrar sus indemnizaciones, las pagas extras y las nóminas atrasadas.

Sin embargo, recordemos que la compañía papelera llevó a cabo un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que fue anulado por la Audiencia Nacional. El magistrado del proceso judicial entendía que Springwater pretendía que los costes salariales salieran de las arcas públicas.

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