La juez envía a prisión a los jefes de Vitaldent, que recibían cada año 17 millones en b

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Un día después de que la Policía Nacional arrestase a trece personas en una operación contra la red, el máximo responsable de la, en palabras de la Fiscalía, “organización criminal” ingresará en la cárcel, Ernesto Colman, igual que su vicepresidente Bartolomé Conte, Julio Nicolás Sisinni y Javier Arteaga.

La juez de Instrucción número 2 de Majadahonda les envía a prisión sin fianza por presuntos delitos contra la Hacienda Pública, blanqueo de capitales, falsedad documental, apropiación indebida, delito contable y delito de organización criminal.

Esta medida se ha tomado a instancias del fiscal Anticorrupción, que había pedido prisión para la cúpula de Vitaldent tras tomar declaración a los principales responsables del supuesto fraude millonario, con hasta un total de diez detenidos.

La cúpula recibía cada año 17 millones en b de sus clínicas

Según consta en el auto de prisión, la cúpula de Vitaldent recibía cada año 17,2 millones en b procedentes de las 146 clínicas propias que tiene la cadena. La magistada considera probado que un grupo de personas, entre ellas el propietario, había diseñado “un complejo sistema defraudatorio hacia los franquiciadores, clientes, pacientes y la propia Hacienda”.

Según el auto, cada clínica debía pagar en efectivo a la matriz el 10% de la franquicia acordada. Además, se había articulado un sistema de recogida de dinero en efectivo para las clínicas propias y a otras de confianza que alcanzaba los 10.000 euros mensuales. En la declaración del IRPF del propietario Ernesto Colman se defraudaron más de 120.000 euros en tres ejercicios.

Fue el propio Colman quien había ordenado esos pagos en metálico mensuales y obligaba a sus responsables a desplazarse a Madrid para hacer el desembolso. En el auto figuran también otras cifras, como 400.000 euros hallados en casa del propietario.

Se garantizan los tratamientos

Por otro lado, la portavoz de Vitaldent, Ana Caspistegui, ha querido transmitir a los clientes un mensaje de tranquilidad desde las puertas de la sede principal de la empresa, sita en Las Rozas, Madrid. Ha garantizado a los pacientes la continuidad de todos los tratamientos, puesto que la actividad diaria de todas sus clínicas se mantendrá “al margen” del proceso judicial abierto contra la cúpula de la firma.

“Vamos a participar activamente con la Justicia en el esclarecimiento de los hechos” explicó Caspistegui, recalcando que todas las clínicas están abiertas, “funcionando perfectamente y atendiendo a todos los pacientes”.

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