Economía
Cómo está afectando el coronavirus a las peluquerías

«Decir adiós a marzo y abril supone perder el 90% de mi facturación por las bodas y comuniones»

  • Andrea Aguado
  • Redactora de economía y coordinadora de OKMOTOR. Amante de las cuatro ruedas y la industria. Antes en informativos de Radio Televisión Castilla y León.

Persianas bajadas y carteles de ‘cerrado’. Esta es la situación más de 50.000 peluquerías repartidas por el territorio español por la crisis del coronavirus. Un cierre que se traduce en pérdidas millonarias de hasta 1.280 millones de euros en 2020, lo que supone el 44% de la facturación anual.

Un sector golpeado desde que en el año 2012 se produjese un aumento IVA reducido a general con una subida de 13 puntos, del 8% al 21%. La fragilidad y vulnerabilidad de las peluquerías se deja ver en las cifras: el 94,2% de las empresas solo tienen entre 1 y 5 trabajadores a su cargo.

Una de las afectadas por el golpe del coronavirus en el sector es Pilar Ferrero, propietaria de una peluquería en el centro de Madrid. «Decir adiós a marzo y abril supone perder el 90% de mi facturación por las bodas y comuniones», asegura Ferrero, que destaca que «el coronavirus ha impactado en una de las fechas claves para los salones de belleza».

Cero ingresos y 2.000 euros en facturas 

«Tengo que seguir pagando el alquiler, las facturas de la luz, el agua, el teléfono y la cuota de autónomos, ya que su aplazamiento no supone un alivio para mi cartera», enumera Ferrero. Y destaca: «Sigo pago facturas con cero ingresos desde el pasado 14 de marzo».

«Me dan una ayuda de 600 euros por cese de actividad, pero pagó más de 2.000 en facturas», cifra la propietaria de Stylista con calculadora en mano. Exige al Gobierno de Pedro Sánchez «un paquete de ayudas urgentes para salvar al sector».

Una de las medidas que pide la peluquera para dar un respiro al sector es «la cancelación de los pagos del alquiler, si no gano no puedo seguir pagando». Ttacha la situación de «insostenible».

Atención domiciliaria bajo mínimos 

Desde que comenzó el estado de alarma, solo 1,9% de las peluquerías ha prestado servicios de atención domiciliaria centrándose en la prestación de servicios a la población más vulnerable, como personas mayores o con discapacidad.

«Los servicios a domicilio se han gestionado muy mal por parte del Gobierno, nos han puesto en verdaderos apuros con los clientes», asegura Ferrero. Los peluqueros trabajan a unos 10 ó 15 centímetros a la hora de realizar algunas técnicas: «No me niego a trabajar pero necesitamos medidas de seguridad para velar por nuestra salud y la de nuestro familiares».

El sector de las peluquerías pretende incorporarse a la primera fase de la desescalada de la actividad comercial, al tratarse de un servicio esencial. «Necesitamos que el Gobierno nos diga cuanto antes como va a ser la apertura de nuestros salones, para adaptarnos y abrir a tiempo», reclama la propietaria.

El golpe del IVA

Otra de las afectadas por el golpe del coronavirus en el sector es Raquel Alastuey, que tiene una peluquería en Zaragoza y es la presidenta de la Asociación Peluqueros de Zaragoza. «Desde el 2012, mi situación ha empeorado por la subida del IVA del 8% al 21%», afirma la propietaria y asegura que «esta crisis en el sector será mucho más dura y quien no tenga un colchón no se salvará».

«La bajada del IVA será fundamental para dar un respiro a un sector ahogado por la crisis del coronavirus», exige Alastuey y pide al Gobierno «medidas urgentes en materia fiscal para salvar a las peluquerías».

«El alquiler, el seguro, las facturas de la luz o el gas que tengo que seguir pagando si quiero retornar mi actividad después de la crisis del coronavirus», recalca la presidenta de la Asociación Peluqueros de Zaragoza.

Adiós a dos meses claves para el sector 

Una crisis que ha afectado al sector en su campaña clave. Concretamente, los meses de marzo y abril concentran la mayoría de los bautizos, bodas, comuniones y graduaciones. «Estos meses son la mejor época del año para sector, mi peluquería va a perder el 40% del ticket».

Ante esta situación, la propietaria reclama «empezar la actividad en la primer fase de desescalada, ya que somos un servicio esencial para velar por higiene de los ciudadanos», concluye Raquel Alastuey.

La crisis del coronavirus está asestando un golpe brutal a la economía española. Autónomos, pymes y empresarios están sufriendo las consecuencias tanto del propio coronavirus como de las medidas tomadas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez para paliarlo. En OKDIARIO queremos saber su historia: cuéntenosla en empresarioscoronavirus@okdiario.com