Economía
Eléctricas

La CNMC culpa a Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP de la subida de la luz que ella misma ha aprobado

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La CNMC (Comisión Nacional de Mercados y Competencia) impartió ayer un ‘webinar’ a su plantilla para tranquilizarla por el escándalo de las nuevas tarifas de la luz que afectarán a la factura. En este curso, los responsables del organismo culparon del ‘tarifazo’ a las grandes eléctricas (Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP) por aprovechar la situación para «ganar más»… cuando las nuevas tarifas han sido aprobadas por la propia CNMC.

Así lo aseguran fuentes conocedoras del evento, donde el mantra repetido constantemente fue que «la CNMC no es la responsable de obligar a la gente a planchar a las tres de la madrugada». El ‘webinar’, denominado de «autoconsumo», tenía como objetivo «tranquilizar a la plantilla respecto a que en la CNMC no somos unos salvajes que subimos el recibo a los pobres ancianos y consumidores desvalidos», según las fuentes.

La culpabilización a las eléctricas se basa en que están subiendo el margen de comercialización que se aplica en el mercado libre, según el organismo que preside Cani Fernández. OKDIARIO ha informado de que las compañías han aprovechado la situación para lanzar un aluvión de ofertas en el mercado libre, sobre todo de tarifas planas que no se ven afectadas por los tramos horarios. Pero no hay evidencias aún de que estas ofertas sean más caras que las anteriores a la llegada del nuevo sistema.

En todo caso, el cambio de tarifas con los tramos horarios no se aplica al mercado libre, sino al regulado, donde las eléctricas simplemente aplican el precio de la luz que se fija diariamente en las subastas. Por tanto, no tiene sentido la culpabilización de las empresas por parte de la CNMC. Los consumidores se dividen casi al 50% entre mercado libre y regulado.

Un sistema único en Europa

Lo que ha ocurrido es que esto ha coincidido con una época de precios altos de la energía por los derechos de emisión de CO2 que deben pagar las centrales de gas y por el ascenso de los precios de las materias primas en todo el mundo, al estar aumentando la actividad económica tras la pandemia, lo que mantiene el precio de megavatio/hora en máximos.

Una de las responsables del curso fue Clara Isabel González Bravo, jefa de la Unidad de Precios Regulados de la CNMC y autora material de la circular que fija las nuevas tarifas. Para más inri, en su intervención reconoció que no existe en Europa un modelo similar al que se acaba de implantar en España obligatorio para los consumidores, siempre según las fuentes.

No se tocan la fijación de precios ni los impuestos

El nuevo modelo de tramos horarios no afecta al sistema de fijación del precio de la luz, por lo que no va a hacer que baje. Al contrario, encarece el recibo si se mantienen los hábitos ‘normales’ de consumo; es más, a quien perjudica más este sistema es a los que ya tenían antes discriminación horaria, que eran precisamente los consumidores más eficientes.

En España, el precio de la luz sigue un sistema que se conoce como «marginal», es decir, lo marca la última energía que entra en el sistema. Esta suele ser el gas, porque las centrales de ciclo combinado son las que cubren la demanda cuando no hay suficiente energía renovable (cuando no hay viento o sol, o es de noche). Y el gas es la más cara por el elevado coste de la materia prima y porque, al ser contaminante, debe comprar derechos de emisión de CO2 en el mercado.

El Gobierno no piensa modificar este sistema, sino que solo ha aprobado un ‘hachazo’ a las centrales que generan electricidad más barata (nucleares, hidroeléctricas y eólicas) para que devuelvan parte del precio que reciben, cuya eficacia es muy dudosa, según los expertos. Y tampoco piensa rebajar los múltiples impuestos que gravan la electricidad: el impuesto eléctrico, el IVA del 21% (que se aplica también sobre el impuesto anterior) y el impuesto a la generación, que las empresas trasladan al precio de la luz.