Calviño acelera el pacto con la banca sobre las hipotecas para evitar que se meta por medio Yolanda Díaz
Las medidas para ayudar a las rentas bajas que tienen dificultades para pagar la hipoteca por la subida del euríbor han provocado la enésima guerra entre las vicepresidentas económicas de Pedro Sánchez. En este caso, entre Nadia Calviño y Yolanda Díaz. La primera está acelerando las negociaciones con la banca para alcanzar un acuerdo con el fin de evitar que se meta por medio la ministra de Trabajo.
Así lo aseguran varias fuentes conocedoras de las negociaciones, que añaden que la intención de Calviño es cerrar el acuerdo la próxima semana o, en todo caso, antes de fin de mes.
La ministra de Economía pretende buscar un equilibrio entre una ayuda a los más vulnerables a la subida de los tipos de interés y que no tenga un impacto relevante en las cuentas de las entidades financieras, que ya van a tener que incrementar sus provisiones (que suponen pérdidas) ante la cada vez más probable recesión, como advirtió el pasado viernes el Banco de España.
Por el contrario, Díaz quiere extender las ayudas a todos los hipotecados y le da igual la estabilidad y la solvencia del sector financiero, como es bien sabido. De hecho, ha dicho públicamente que ve «insuficientes» las propuestas del sector y ha pedido moratorias generalizadas para todos los hipotecados.
En el caso de la banca, CaixaBank se anticipó con una oferta para congelar las cuotas durante un año, que no sentó precisamente bien en el resto del sector. Como reacción, las asociaciones AEB y CECA presentaron una propuesta consistente en extender el plazo de las hipotecas cuya cuota suba más de un 30% (cosa que sucede en las que renueven a partir de noviembre) siempre que los ingresos del domicilio no superen los 24.318 euros al año (tres veces el Iprem).
Esta es la base sobre la que se está negociando con Economía, según las fuentes consultadas. El sector está dispuesto a flexibilizar algo estas condiciones para alcanzar un acuerdo, pero en ningún caso llegar a los niveles que pretende Yolanda Díaz por el impacto que tendría en sus resultados.
Sin reparos
Todas las fuentes coinciden en que la banca no va a poner pegas a las demandas de Calviño precisamente para llegar a un acuerdo cuanto antes; cualquier pacto con Calviño será mejor que si Díaz se mete por medio, aunque tengan que ceder en alguna de sus pretensiones iniciales.
Como también es vox pópuli, Calviño está bastante harta de que la ministra de Trabajo se meta constantemente en asuntos que no son de su competencia, como el intento de que los supermercados ofrecieran una cesta de la compra con descuento. Algo que en el resto del Gobierno se interpreta como intentos de salir en los medios constantemente para lanzar su nuevo proyecto político al margen de Podemos. Y Calviño no está dispuesta a que también se meta en los asuntos de la banca.