Bruselas propone reactivar las reglas que limitan el déficit y la deuda pública en 2023
La Comisión Europea (CE) recomienda a España una política fiscal "prudente" y hacer inversiones con las ayudas europeas
La Comisión Europea (CE) ha propuesto este miércoles que las reglas que limitan el déficit y la deuda públicos de los Estados miembros sigan suspendidas en 2022 pero vuelvan a reactivarse en 2023, una vez que las economías europeas hayan recuperado su nivel de Producto Interior Bruto (PIB) anterior a la crisis provocada por la pandemia de coronavirus. Una propuesta que no coincide con los planes del Gobierno de Pedro Sánchez que ha solicitado en numerosas ocaciones la ampliación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento más allá del 2023.
Un escenario que llega después de que España haya registrado cifras récord por los efectos derivados de la crisis del coronavirus. En 2020, la deuda pública de la economía española se disparó en 122.439 millones de euros en 2020 hasta alcanzar el 117,1% del Producto Interior Bruto (PIB), máximos de 118 años.
El Ejecutivo comunitario hace de esta forma oficial un planteamiento que ya había avanzado el vicepresidente económico Valdis Dombrovskis tras la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) en Lisboa hace dos semanas.
En concreto, lo que propone Bruselas es que la cláusula general de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, activada en marzo de 2020, siga vigente hasta que finalice el año que viene. Esto supone que los límites del 3% y del 60% del PIB para el déficit y la deuda, respectivamente, sigan congelados.
«La continuación de la cláusula general de escape en 2022 y la esperada desactivación a partir de 2023 es importante para la planificación de los Estados miembros y las expectativas de los inversores», ha explicado en una rueda de prensa el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, quien ha confiado en que las capitales den su visto bueno a este enfoque.
Pacto de Estabilidad y Crecimiento
El objetivo de la decisión es que los gobiernos del bloque mantengan los estímulos económicos que desplegaron desde el inicio de la crisis para reactivar sus economías y salir de la crisis provocada por la pandemia. Además, al apoyo nacional se sumarán a partir de este verano las primeras ayudas procedentes del fondo de recuperación de la UE, de las que se espera que aporten un «impulso fiscal importante» en los próximos años.
En este contexto, la Comisión Europea ha visto «lógico» no adoptar la decisión de abrir procedimientos por déficit y deuda excesivos a los países este año debido a la «incertidumbre» que todavía existe y la necesidad de seguir manteniendo el apoyo a la economía. Según el análisis de las autoridades comunitarias, solo Bulgaria, Dinamarca y Suecia tienen un déficit inferior al 3% y el último seria el único socio que cumple el criterio relativo a la deuda.
En todo caso, la UE tiene pendiente un debate sobre el futuro y posible modificación de las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. El Ejecutivo comunitario tiene previsto publicar sus ideas al respecto a finales de año para lanzar las discusiones al respecto.
El hachazo fiscal de Sánchez
La Comisión Europea ha recomendado este miércoles a España que mantenga una política fiscal «prudente» en 2022 debido a su elevada deuda pública, que alcanzó este año el 120% del PIB, y que utilice las ayudas europeas del fondo de recuperación para financiar inversiones adicionales.
El mensaje de las autoridades comunitarias al Gobierno español se repite para los Estados miembros del bloque cuentan con una deuda pública elevada, a los que sugiere ser precavidos en la gestión de las cuentas aunque mantengan los estímulos para reactivar sus economías tras la pandemia.
«Los Estados miembros con una deuda elevada deben usar el fondo de recuperación para financiar inversiones adicionales que apoyen la recuperación y al mismo tiempo mantener una política fiscal prudente», apunta el informe publicado este miércoles por el Ejecutivo comunitario.
Esto no significa, explican fuentes comunitarias, que países como España no deban realizar inversiones con fondos nacionales, sino que piden cierto «grado de precaución» en este capítulo y «dar prioridad» a las ayudas previstas en el plan anticrisis de la UE. Con las reglas fiscales europeas suspendidas todavía, Bruselas ha optado por lanzar mensajes «cualitativos» a las capitales del bloque, en lugar de establecer objetivos concretos para la reducción del déficit y la deuda, como hacía habitualmente antes de la pandemia.