El lado oscuro de BMN: tres de cada cuatro euros de sus activos son hipotecas a particulares
La entidad que quiera comprar Banco Mare Nostrum (BMN) tendrá que asumir una cartera hipotecaria a clientes minoristas que roza el 70% del total de activos de la entidad fruto de la fusión de cuatro cajas de ahorros: Caja Murcia, Caixa Penedès, Caja Granada y Sa Nostra.
El banco se encuentra en un proceso de subasta competitiva impulsado por el Gobierno para poder vender la entidad y que el Estado salga de su capital tras la nacionalización parcial realizada en 2013 para salvar a la entidad financiera con dinero público. El objetivo del Gobierno es fusionarla con Bankia, pero antes debe permitir al resto de los bancos optar a hacerse con la entidad.
Los detalles de las debilidades que tiene BMN se encuentran en un informe elaborado por Société Genérale por encargo del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que es el organismo público encargado de gestionar las ayudas públicas inyectadas en el sistema financiero español. Según indica el cuaderno de venta, al que ha tenido acceso Economía Digital, los prestamos comerciales (que son los más rentables) representan tan sólo un 5% de los activos del banco.
BMN ocupa el puesto número 14 en el ranking de bancos por volumen de activos, con 39.000 millones de euros en su balance. Esto supone que por encima se encuentran entidades como Liberbank, Abanca, Kutxabank o Ibercaja. En cuanto a los pasivos, el banco gestiona 29.000 millones de euros en depósitos. Por su parte, la eficiencia se sitúa en un 50%, al límite de lo aceptable. Por lo que se refiere a los resultados, la entidad ganó 44 millones de euros entre enero y septiembre de 2016 y aún se desconoce cual ha sido su evolución en el último trimestre del año.
El valor contable de BMN roza los 2.300 millones de euros, una cantidad que consideran inasumible todos los bancos que se han interesado por la posible integración de la entidad que preside Carlos Egea.
Fuentes cercanas al Ministerio de Economía indican que el objetivo del Ejecutivo es lograr, al menos, que se venda por 1.600 millones, que es la cantidad de dinero público que ha sido inyectado en el banco. Sin embargo, en el mercado se da por hecho que no se alcanzará tampoco esta cifra en la subasta competitiva si finalmente Sabadell, Santander y CaixaBank deciden presentar sus ofertas.
El equipo directivo de Bankia, que espera paciente lo que ocurra en la subasta, valora en 1.000 millones de euros el precio máximo a pagar por BMN para que la operación sea rentable.
El elevado peso de la cartera hipotecaria es un hándicap importante, ya que los bajos tipos de interés (en mínimos históricos) no hace atractivos este tipo de productos financieros. Si a todo ello se suma el impacto de las reclamaciones por las cláusulas suelo indebidamente cobradas a los clientes, tras la sentencia del TSJUE, entonces el problema de tener este tipo de créditos en el balance aumenta.
A este respecto, BMN ha decidido seguir la misma política que Bankia (la otra entidad nacionalizada) devolverá el dinero a los clientes que contrataron hipotecas con cláusulas suelo, sin esperar a que se abra un proceso de reclamación por parte de los afectados o que aquellos inicien la vía judicial. El volumen estimado es de 80 millones de euros, es decir, casi el doble del beneficio del banco al cierre del tercer trimestre.