Priorizará la lucha contra la inflación

El BCE marca el camino a la Fed: el mercado cree que subirá los tipos a pesar de la tormenta bancaria

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Por primera vez en la historia, el Banco Central Europeo puede marcar el camino a la Reserva Federal de Estados Unidos. La decisión de la institución de Fráncfort de subir medio punto los tipos de interés hasta el 3,5% como tenía previsto antes de que se desatara la tormenta bursátil sobre la banca, a consecuencia de la debacle del americano Silicon Valley Bank y después la crisis de Credit Suisse, lanza un mensaje de autoridad y de contundencia a los mercados sobre su compromiso granítico en la lucha contra la inflación a toda costa. Al mismo tiempo, transmite una idea de tranquilidad y de calma a los inversores sobre la situación del sector financiero europeo, alterada por los problemas detectados tanto en Estados Unidos como en el Continente.

Tras la decisión de este jueves, cobra mucha más fuerza la idea de que la Fed también se atendrá a las líneas maestras de su política de lucha contra la inflación en la que está comprometida y volverá a aumentar los tipos de interés 25 puntos en su reunión de marzo, tal y como estaba previsto, antes de que se desatara la crisis del SVB. Y lo hará, como en el caso del BCE, porque lo contrario sería contradecir el mensaje lanzado por su presidente, Jerome Powell, de que estaba dispuesto incluso a acelerar los aumentos de las tasas de interés ante la resistencia de la inflación a ceder. También, porque la actuación del banco central americano con el ‘caso SVB’ ha sido contundente, asegurando toda la liquidez que necesiten los bancos que acumulen problemas parecidos para evitar que tengan que vender a pérdidas su cartera de bonos públicos para no incurrir en la quiebra, pero finalmente sólo alargando la crisis.

Durante los dos últimos días, un buen número de analistas venía especulando con la posibilidad de que el BCE se tomara un respiro en el endurecimiento de la política monetaria y que, o bien decidiera subir la tasa de interés 25 puntos en lugar de los 50 puntos previstos, o bien sencillamente  pasara de ronda en esta ocasión a la espera de ver la situación más clara -los bancos europeos han perdido en los dos últimos días miles de millones de capitalización-. No ha sido finalmente así y se ha mantenido fiel a su compromiso, ya anunciado y adelantado desde el mes de febrero. «Cualquier otra decisión habría sido letal», aseguran algunas fuentes consultadas por OKDIARIO: «Habría transmitido una desgraciada impresión de debilidad ante las presiones, y al mismo tiempo la imagen de que la banca europea está atravesando por problemas serios».

Otro analista consultado opina que la decisión del BCE «ha sido importantísima y está destinada a marcar su territorio. Y lo mismo sucederá con la Fed. Como dijo en una ocasión el ex secretario del Tesoro americano Larry Summers, si has recetado tratamiento antibiótico a un paciente, o acaba el tratamiento o no podrá curarse. Pues esta sentencia es perfectamente aplicable a la medicina contra la inflación». Yendo un poco más allá, otra fuente piensa que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, se ha apuntado definitivamente a la corriente dominante en la institución, representada por los llamados halcones, que son partidarios del rigor monetario a toda costa. «Al fin y al cabo, los problemas de Credit Suisse tienen que ver con deficiencias de las instituciones supervisoras de Suiza, su capacidad de contagio al resto de bancos europeos es limitada, y además el BCE ha anunciado que dispone de las herramientas suficientes para abordar eventuales necesidades de liquidez, así como otra clase de instrumentos creativos capaces de afrontar cualquier tipo de contingencia», según aseguró Lagarde en su comparecencia posterior a la reunión del Consejo del banco.

En todo caso, los medios consultados por OKDIARIO coinciden en que quizá «estamos llegando al final de las subidas de tipos de interés», momento «en el que el BCE se detendrá a analizar los efectos del endurecimiento sobre el control de la inflación, que tarda tiempo en recoger sus frutos y trasladarse a la economía en general, así como a valorar los efectos que está teniendo sobre el conjunto del sector financiero y la evolución de la coyuntura, debido al seguro aumento de la morosidad, la eventual  necesidad de nuevas provisiones de la banca, así como los resultados de esta política sobre la renta de los hogares, a través del encarecimiento de las hipotecas y del interés que pagan las empresas por sus préstamos». De hecho, y después de la decisión de ayer, los mercados apuestan porque la próxima subida de tipos a cargo del BCE sea de 25 puntos, hasta llegar probablemente a un límite del 3,75%. «Creemos que ha llegado el momento de esperar y ver», sentencian.

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