Las advertencias del BCE funcionan: la prima de riesgo y la deuda caen a doble dígito
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El BCE no se fía de Sánchez: impondrá condiciones al rescate de la prima de riesgo española
La prima de riesgo española terminó el semestre en los 105,8 puntos básicos y la rentabilidad del bono español a 10 años, el de mayor referencia, cerró en el 2,42%. Se trata de los menores niveles registrados por ambas desde que el Banco Central Europeo (BCE) desatase la fragmentación del mercado de deuda y los ascensos de los riesgos país tras su reunión del 9 de junio.
La prima de riesgo se llegó a disparar hasta los 137,6 puntos básicos, niveles no vistos desde mayo de 2020 cuando la incertidumbre sobre la evolución del coronavirus y su impacto económico estaban en máximos, y el rendimiento exigido a la deuda española a 10 años se colocó en el 2,74%, máximos de ocho años, aunque el interés llegó a tocar el 3% a nivel intradiario. Las caídas son a doble dígito desde entonces con un retroceso del 23% para el riesgo país y del 11% para la rentabilidad del bono a 10 año al cierre de junio.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, hizo encender todas las alarmas en el mercado de deuda tras anunciar que este en este mes se finalizaría el programa de recompra de deuda activo por la pandemia y que se iniciaría una subida sostenida de los tipos de interés hasta que la inflación llegase al 2% que esperan para 2024. Lagarde dejó completamente de lado la situación del mercado de deuda.
El mercado no compartió la estrategia al entender que una política agresiva de subidas en el precio del dinero, por mucho que la inflación esté ahora en máximos históricos, en el 8,7% ha cerrado junio, se traduciría en un tiro de gracia para la economía. El mercado anticipaba ya a mitad del mes pasado la pronta llegada de una recesión y los tipos de interés al alza acelerarían su llegada, mientras que el poder adquisitivo de la población se reduciría considerablemente. Este coctel provocaría que los Estados de la eurozona tendrían graves problemas de financiación y los inversores decidieron deshacerse de sus posiciones de forma masiva en renta fija.
El BCE tuvo que reunirse de urgencia ante el tsunami desatado y anunció un mecanismo anticrisis que, dado los rendimientos actuales de la deuda y el nivel de la prima de riesgo, han dado resultado. El banco central comunicó que su nueva herramienta antifragmentación consistiría en una reinversión “flexible” de los vencimientos de deuda de los países con mayor solvencia, como Alemania y Francia, para derivarlos a la compra de deuda de los menos solventes, España, Italia y Grecia principalmente. El viernes dio comienzo esta operación. El BCE ya ha avisado a los Estados receptores que su intervención no saldrá gratis y que tendrá condiciones, tal y como adelantó OKDIARIO tras conocerse la creación del mecanismo.
El riesgo de recesión se incrementa, los datos que confirman la desaceleración económica continúan y las previsiones apuntan que la inflación seguirá al alza. En el caso español es del 10,2%, nivel no visto desde 1985. La subida imparable del IPC pone contra las cuerdas al BCE que se vería obligado a elevar los tipos de interés este mes el 0,5%, desde el 0,25% que estaba previsto, para controlar los precios. Pese a ello, los inversores han encontrado gracias al BCE un refugio de inversión en el mercado de renta fija ante la volatilidad que registra la renta variable por el retroceso económico.