Progreso: Johan Norberg proporciona diez razones para mirar al futuro con optimismo
Esta semana en la sección de Lecturas Económicas de OKDIARIO hablamos del inicio de una colección que hará las delicias de los amantes de la libertad y que derribará algunos de los mitos más habituales que atribuyen al comercio todos los males del planeta. Precisamente el primer título de esta apuesta de la editorial Deusto con la colaboración del Instituto Juan de Mariana (IJM) es la obra Progreso: diez razones para mirar al futuro con optimismo del autor sueco Johan Norberg, traducida al español por Diego Sánchez de la Cruz.
El libro aporta decenas de argumentos para acabar con el pensamiento único intervencionista que impera en la actual sociedad y que atribuye al capitalismo una supuesta involución económica y social. «Vivimos en el mejor momento de nuestra historia y, sin embargo, se ha extendido la creencia generalizada de que el mundo va exageradamente a peor».
Esta es la tesis fundamental de la obra de Norberg que, como señala el profesor Juan Ramón Rallo en el prólogo, consigue dar argumentos «incontestables para que cualquier pesimista antropológico cambie radicalmente de perspectiva y reconozca que, a pesar de la muy extendida propaganda, el mundo va mejor». Y ¿por qué esto es así? En gran medida por el avance científico, la pacificación de las sociedades y, lo más importante de todo: por la globalización.
«Al contrario de lo que escuchamos en los medios de comunicación o de los nos dicen nuestros líderes, la gran noticia de nuestro tiempo es que somos testigos de una mejora sin precedentes en los niveles de vida de la población mundial. La pobreza, la desnutrición, el analfabetismo, la explotación laboral, la mortalidad infantil… se reducen a mayor velocidad que nunca antes en la historia de la humanidad», explica Norberg en el libro.
No obstante, el autor deja claro desde el principio que no se trata de una obra autocomplaciente y advierte del peligro que tiene pensar que el progreso está garantizado. «Seguimos padeciendo muchos problemas y no son pocos los movimientos y corrientes sociales y políticas que aspiran a destruir los pilares del desarrollo: la libertad individual, la apertura económica y el progreso tecnológico».
A este respecto, Norberg indica que «las amenazas de la sociedad abierta vienen de fuera», en forma de terrorismo y dictaduras, «pero también están dentro en forma de resentimiento creciente hacia la globalización y la economía moderna, que pone de acuerdo a los populistas de derechas y de izquierdas».
«Hay riesgo real de que estas tensiones alimenten una peligrosa reacción nacionalista. Se ignora el progreso logrado y se buscan chivos expiatorios a quienes endosar los problemas que aún hoy seguimos sufriendo», continúa el escritor sueco, tras recordar que la sociedad «parece estar dispuesta a tirar los dados y probar suerte con cualquier demagogo que ofrezca soluciones rápidas y simples para recuperar el supuesto esplendor perdido». «Nacionalizar empresas, cerrarse al comercio internacional o expulsar a los inmigrantes son recetas que si pensamos que nada malo vendrá de ellas es porque tenemos mala memoria».
En definitiva, Progreso es un libro de plena actualidad y que acaba con ese mantra del «todo tiempo pasado fue mejor». Aunque a muchas personas se le olvide antes de la Revolución Industrial la gente vivía sin apenas medicinas, sin antibióticos, sin agua potable, sin comida suficiente, sin electricidad, sin sistemas de saneamiento. Desde entonces los científicos, los innovadores, los empresarios y los trabajadores han llevado a la civilización al mejor momento de su historia. No dejen que les engañen durante más tiempo los falsos profetas del apocalipsis capitalista.