Los presos yihadistas celebran los atentados de Cataluña agrediendo a policías en las cárceles

Las cárceles españoles son un «hervidero». Así de claro lo dicen los portavoces de prisiones con los que ha hablado OKDIARIO, que denuncian agresiones a policías en distintos centros penitenciarios, como Dueñas (Palencia) o Centre Penitenciari Brians 2 (Barcelona) -entre otras- tras los atentados de Cataluña, que han propiciado que los presos yihadistas apoyen la tragedia con disturbios.

Los presos yihadistas internos en la cárcel de Dueñas han sido algunos de los más agresivos. Según fuentes de la prisión, se han producido distintas agresiones a los empleados de la cárcel mientras hacían apología de la yihad y amenazaban con nuevas bombas en España. Los funcionarios con los que ha hablado este periódico explican que, aunque por suerte las heridas no son graves, el problema real reside en el aumento de la radicalización de los presos en muchas cárceles españolas.

También se están produciendo altercados en cárceles catalanas, como el Centre Penitenciari Brians 2 (Barcelona), donde incluso se ha aislado a un interno de origen árabe por proferir gritos, insultos y amenazas, además de hacer apología a los atentados de Barcelona, según ha podido saber este periódico.

“No nos ha pillado por sorpresa, ya lo esperábamos”, explica Juan Luis Escudero, responsable de prisiones de CSIF, que añade que «aunque estos presos dicen comprender la cultura occidental, para ellos, los terroristas no dejan de ser una especie de mártires, unos guerrilleros de su religión. Son sus héroes».

Y es que, según los propios funcionarios de prisiones, los radicales se aprovechan de los jóvenes musulmanes; jóvenes detenidos por drogas o robos, que se terminan radicalizando. «Buscan una redención, y la encuentran en el redicalismo», explican desde una de las prisiones de Cataluña.

«Es muy habitual ver a este tipo de internos con la chilaba y el Corán en nuestras cárceles. El problema viene cuando el resto de jóvenes musulmanes hacen corrillos a su alrededor, ya que en gran parte de los casos ese imán o ese preso que se hace pasar por imán, sólo busca radicalizarles», señala Escudero, que se queja de que «la formación que tenemos es escasa, por no decir nula. No tenemos conocimientos de árabe, y desgraciadamente, la Dirección General de Prisiones tiende a minimizar esta problemática, que se acentúa cuando hay atentados».

En Ramadán se multiplican los conflictos

«El último Ramadán ha sido en verano, llegando hasta finales de junio. Nadie se puede imaginar la de disturbios que se producen. Normalmente ellos durante todo el día hacen ayuno, y por tanto no siguen el régimen normal de las comidas. El problema viene una vez se pone el sol, que en verano suele ser bastante tarde, pasadas las nueve de la noche, que es cuando ellos empiezan a celebrar en sus celdas y a comer, mientras el resto de internos duermen. Entonces, claro, el resto de internos se enfadan, y mucho, porque no pueden descansar», señala otro funcionario de prisiones.

Como vemos, existen ciertos permisos que permiten a los musulmanes ejercer su religión; el problema viene, sobre todo, cuando este derecho choca de lleno con el del resto de presos. «Es en Ramadán cuando más tensos están muchos presos musulmanes. Entonces, cualquier roce con otro preso no musulmán, suele acabar en un conflicto importante», continúan desde las cárceles.

Otro gran problema con los presos yihadistas o radicales, según explican desde las cárceles, se produce cuando la funcionaria que les controla es una mujer. «Ellos no están dispuestos a acatar órdenes de una mujer, y muchas veces esto forma un caldo de cultivo peligroso y una conflictividad que normalmente tiende a grandes problemas», concluye Escudero, que insiste en pedir más medidas al Gobierno para poder luchar contra el yihadismo en las prisiones españolas.