La ONCE descuenta a los ciegos el precio de los cupones de sus nóminas cuando son atracados

Once
Quiosco de Once. (Foto: Wikimedia)

Trabajadores ciegos de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) denuncian que son ellos los que tienen que pagar el dinero de los cupones cuando son atracados a pesar de que la institución tiene un contrato con una aseguradora privada para cubrir este tipo de siniestros.

Ante esto, la ONCE intenta justificar su actuación indicando que hay una diferencia entre el concepto de “robo” y “hurto” y que los casos denunciados son precisamente estos últimos, cuya cobertura no está incluida en el seguro. «La aseguradora es la que tiene la potestad de cubrir o no el robo y en el 97% de los casos decide abonar el importe sustraído», indica un portavoz oficial de la organización, a pesar de que los tribunales han condenado a la ONCE a devolver el dinero a los empleados ciegos.

En el convenio colectivo de los trabajadores de la organización se establece que «la ONCE asume el compromiso de contratar, en calidad de tomador, una póliza de seguro que cubra el riesgo por robo y expoliación que sufran los agentes vendedores, en calidad de asegurados, de los cupones o productos asignados, o del dinero obtenido por la venta. Las condiciones de cobertura, los límites y exclusiones se fijarán dentro de los términos que en la póliza de seguro se establezcan».

En la actualidad un empleado de la ONCE está a la espera de sentencia después de reclamar a la organización que preside Miguel Carballeda tras sufrir un robo de cupones. La ONCE le ha descontado de la nómina el importe y el afectado (discapacitado visual) ha acudido a los tribunales.

El denunciante tiene muchas posibilidades de tener éxito en su reclamación, ya que existe jurisprudencia sobre casos similares. En 2012 el Juzgado de lo Social número 5 de Valencia ya dictó una sentencia a favor de un trabajador de la ONCE al que le sustrajeron 67 cupones valorados en 201 euros. Su minusvalía visual era del 85% y la organización le descontó el dinero de su nómina porque la aseguradora AXA se negó a dar cobertura al siniestro por tratarse de un hurto.

Según la sentencia en estos casos los conceptos de robo y hurto deben interpretarse no en el sentido jurídico estricto con el que aparecen definidos en la legislación penal sino más bien en un concepto más amplio. En consecuencia, la sentencia concluye que debe ser la aseguradora la que abone al actor la cantidad de 201 euros.

El trabajador que ahora espera sentencia es ciego total y le sustrajeron cupones dentro del kiosco por un importe de 300 euros, que la ONCE le ha cobrado mediante el descuento correspondiente en su sueldo mensual.

Si el juez estima la demanda, puede ser beneficioso para otros casos de iguales características, ya que la indefensión de los discapacitados visuales para evitar robos es manifiesta.

Fuentes de CSIF Valencia consultadas por este diario animan a otros afectados a llevar su reclamación a los tribunales. En el caso que nos ocupa el sindicato considera que «va a ganar la sentencia porque una persona ciega no puede ver si desde el otro lado de la ventanilla el cliente le está entreteniendo y robando a la vez”.

De hecho, la forma concreta que tiene la ventanilla de los kioscos permite fácilmente la introducción de un brazo para robar cupones. Por eso, algunos afectados, consultados por este diario, denuncian que, si se puede introducir el brazo, “habrá que poner alguna medida de seguridad”. El portavoz oficial de la ONCE consultado por OKDIARIO niega que sea tan fácil acceder a los cupones desde el exterior de los kioscos.

Varios afectados y representantes sindicales de la ONCE indican que en muchas ocasiones los afectados por estos robos no han denunciado el caso porque hay miedo a represalias. «Hay muchos más casos, pero nadie se atreve a denunciarlo, porque al final te estás enfrentando a una institución con gran poder», indican las fuentes consultadas.

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