Zidane y la plantilla cierran filas: «Hay que ser menos egoístas y pensar más en el equipo»

Cierran filas. Zinedine Zidane y sus jugadores no han dejado de hablar en de lo que ocurrió en el partido ante Las Palmas. Han hecho autocrítica, examen de conciencia y propósito de enmienda. No se trata sólo de los dos puntos perdidos en el Bernabéu frente a los de Quique Setién, sino también de la derrota del Real Madrid en Mestalla y el sufrimiento para remontar ante el Villarreal.

Tanto Zidane como los jugadores han reconocido haber cometido errores, pero están convencidos de revertir la situación, superar la minicrisis y sacar adelante el reto de conquistar la Liga y seguir compitiendo en la Champions. Eso sí, tienen claro que la recuperación pasa por «estar unidos» y blindarse ante todo lo que venga de fuera: «Esto lo tenemos que sacar nosotros solos, nadie nos va a ayudar».

Además, tanto Sergio Ramos como algún otro peso pesado de la plantilla dieron un toque a los jugadores que están pensando en su futuro: «Hay que ser menos egoístas y pensar más en el grupo. Aquí defendemos todos y corremos todos». El capitán del Real Madrid no paró de insistir en el concepto colectivo del equipo y dejó una apostilla: «El único que está liberado es Cristiano porque mete 60 goles».

Toque a Isco y Morata

En el Real Madrid hay unanimidad entre el club, los técnicos y los jugadores al señalar que los arbitrajes «nos están matando». Tanto los futbolistas como los dirigentes creen que los colegiados están perjudicando al equipo blanco no sólo en acciones puntuales «decisivas», sino también en el doble rasero comparado con sus rivales, especialmente el Barcelona. «Si lo de Bale es roja, Luis Suárez no debería acabar ningún partido», dicen en los despachos del Bernabéu.

Los jugadores también son conscientes de que no pueden esperar apoyo en el periodismo. La crítica con el Real Madrid es sencillamente feroz y basta con que se ceda un empate en el Bernabéu para que se desate una crisis planetaria. Por eso, entre Zidane y el vestuario se han conjurado para blindarse, para abstraerse de cualquier tipo de crítica y pensar sólo en lo importante: «Esto lo tenemos que sacar nosotros».